El gobierno de Estados Unidos anunció ayer cuatro nuevas propuestas para el muro que la administración del presidente Donald Trump quiere construir en la frontera de México. Si la semana pasada se anunciaron los ganadores de la licitación para la barrera física de hormigón, ayer fue el turno de las clasificadas bajo el título de “otros diseños”.
Entre los proyectos hay dos de empresas que también fueron seleccionadas en el concurso por el muro de cemento (Caddell Construction y WG Yates & Sons). Las otras dos son ELTA North America y KWR Construction, la única liderada por un hispano.
Consultada por EL UNIVERSAL, la Agencia de Protección de Fronteras y Aduanas (CBP) no quiso dar detalles de las propuestas ganadoras. Sin embargo, no está entre ellas la de Gleason Partners, la empresa que según los reportes fue la que presentó un diseño con paneles solares que gustó al presidente Trump hasta el punto de alardear de él como si fuera una idea propia.
Son seis las empresas que construirán los ocho modelos de los proyectos finalistas, y que hacen que el camino hacia la construcción del prometido muro en la frontera con México supere una nueva fase. Ahora es el turno de la construcción de prototipos en una zona de San Diego, California.
Según explicó el portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), David Lapan, se espera que en los próximos días el gobierno y las empresas se reunan para determinar las fechas de construcción de los prototipos que servirán para analizar finalmente qué diseño se elige y en qué zonas se construye.
Se prevé que la fase de erigir modelos inicie a finales de este mes o principios de octubre y no dure más de 30 días. De ahí sólo faltará tomar la decisión final sobre la construcción del muro que, de acuerdo con lo que se ha dicho, debería medir entre 5.5 y 9 metros de alto, se deberá ver a través de él y estará equipado con tecnología, además de que no debe permitir que se cruce por ninguna vía.
Todo ello, a la espera de que el Congreso inicie la batalla para proveer de fondos para la construcción, algo a lo que los demócratas siguen negándose. Los líderes progresistas en ambas cámaras, además, han prometido que no permitirán que se use el tema como pieza de cambio para aprobar una reforma migratoria o protección para los dreamers.