La inesperada ausencia del príncipe William (Guillermo) de la ceremonia religiosa en honor del rey Constantino II de Grecia, fallecido en enero de 2023 a los 82 años, hizo saltar las alarmas respecto de la salud de su esposa, la princesa Kate, quien no aparece en la escena pública desde la "cirugía abdominal" a la que se sometió el pasado 17 de enero.
Guillermo, de 41 años, está asumiendo el puesto de máximo representante de la realeza británica, junto a la reina Camilla, debido a la convalecencia del rey Carlos III, quien fue diagnosticado con cáncer.
Expertos reales consideraron muy extraño que el príncipe heredero se ausentara de la ceremonia, porque además, el rey fue su padrino y tenían una relación cercana.
El príncipe heredero debía pronunciar una lectura en el servicio en la capilla de San Jorge en Windsor.
“Desafortunadamente, el príncipe de Gales no puede asistir al servicio conmemorativo del rey Constantino esta mañana debido a un asunto personal”, dijo el Palacio de Kensington, citado por la agencia británica PA. En su lugar, asistió la reina Camila.
Pero la ausencia desató sospechas de que Kate hubiera empeorado. Que el Palacio de Kesington sólo hablara de "un asunto personal" abonó a las dudas.
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Ante la situación, la Casa Real decidió romper el silencio, actualizando sobre el estado de salud de la princesa. "Sigue estando bien" y "se está recuperando de manera constante", señala el comunicado, que no da más detalles, pero indicaría que la ausencia del príncipe Guillermo no estuvo relacionada con la salud de su esposa.
La Casa Real no ha informado exactamente de qué fue la cirugía de Kate, aunque sí señaló que la dejaría fuera de sus actividades al menos hasta Semana Santa.
Tampoco se ha informado el tipo de cáncer que padece el rey Carlos III. Sólo se informó que fue detectado de forma temprana, por lo que las previsiones son que evolucione de forma favorable.
El príncipe Guillermo sería quien asumiría la corona en caso de que su padre se hiciera a un lado o falleciera. Con la princesa Kate comparten tres hijos: George, nacido en julio de 2013; Charlotte, nacida en mayo de 2015, y Louis, nacido en abril de 2018.
Kate está convaleciendo en su casa de campo de Anmer Hall, en los terrenos del castillo de Sandringham, donde también pasa gran parte de su convalecencia el rey.
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