San José.-“¡Uno nunca sabe!”, admitió el periodista y opositor nicaragüense Pedro Joaquín Chamorro Barrios la mañana del viernes 25 de junio en una entrevista vía WhatsApp desde Managua, al preguntársele sobre su situación personal en el entorno de la oleada de represión política que fue intensificada este mes por el gobierno de Nicaragua .
En la noche, y por orden del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega , y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo , y de manera sorpresiva, Chamorro Barrios fue detenido y se convirtió en una víctima de la avalancha de arrestos de precandidatos presidenciales, empresarios, periodistas y dirigentes opositores ordenada por la pareja gobernante para aniquilar a sus adversarios y sepultar la disidencia y la libertad de expresión en ese país.
Desde San José, Costa Rica, y vía WhatsApp, EL UNIVERSAL se comunicó el viernes a las 10:00 horas (11:00 en el centro de México) con Chamorro Barrios para pedirle una reacción a unas manifestaciones del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador , sobre Nicaragua.
Ese día, en su rueda de prensa mañanera, López Obrador se expresó a favor de las libertades en Nicaragua y en contra del arresto de adversarios políticos. Chamorro alabó la declaración del gobernante.
Lee también:
Al empezar la conversación, este periodista preguntó a Barrios Chamorro sobre la salud de su madre, la expresidenta de Nicaragua, Violeta Barrios viuda de Chamorro, de 91 años y aquejada de diversos problemas de salud.
- ¿Cómo está su mamá?
Mi mamá está en la misma condición. Está, digamos, en un estado de letargo, de inconciencia. Pero ahí está mantenidita. Cristiana está con casa por cárcel, verdad, con arresto domiciliario. Pero está bien tratada. Y permiten la visita de sus hijos. Yo le he ido a ver también un par de veces.
Chamorro Barrios se refirió así a que Cristiana, su hermana y precandidata presidencial, quedó en arresto domiciliario a partir del 2 de junio anterior por orden del régimen nicaragüense que la acusó de “lavado de dinero, bienes, activos y otros”. Cristiana es viuda del político y empresario Antonio Lacayo, fallecido en una tragedia aérea en 2015 y pieza clave del gobierno de su suegra.
- ¿Y usted cómo está? ¿Tranquilo?
Sí. Pues afortunadamente a mí me no me han hecho nada, verdad (risas). ¡Uno nunca sabe! (risas).
Chamorro Barrios, despojado en julio de 2016 por Ortega de su cargo de diputado junto con varias decenas de legisladores, respondió sin saber que en la noche de ese mismo día perdería su libertad al convertirse en uno de los objetivos políticos de la incesante represión desplegada por el régimen nicaragüense, al igual que su hermana.
El periodista fue acusado por la Fiscalía General de Nicaragua de actos que menoscaban la independencia, la soberanía, y la autodeterminación y por incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, pedir intervenciones militares, organizarse con financiamiento de potencias extranjeras para ejecutar actos de terrorismo y desestabilización.
La lista de delitos incluyó proponer y gestionar bloqueos económicos, comerciales y de operaciones financieras en contra del país y sus instituciones, demandar, exaltar y aplaudir la imposición de sanciones contra el Estado de Nicaragua y sus ciudadanos, y lesionar los intereses supremos de la nación.
Previendo que Ortega se lanzaría en su contra, Carlos Fernando, hermano menor de los Chamorro Barrios y uno de los más influyentes periodistas nicaragüenses, anunció el 22 de este mes que logró huir de Nicaragua con su esposa, Desirée Elizondo, y salir al exilio a un sitio que evitó precisar.
Lee también:
“Salimos de Nicaragua, para resguardar nuestra libertad. Hacer periodismo y reportar la verdad no es un delito. Seguiré haciendo periodismo, en libertad, desde fuera de Nicaragua”, tuiteó ese día.
Tras derrotar en los comicios de febrero de 1990 a Daniel Ortega (izquierda), y como presidenta electa, Doña Violeta Barrios viuda de Chamorro recibió a su derrotado contendor en su casa en Managua. Foto: La Prensa
Sombra de derrota
Aunque permanece en su casa en Managua sin ninguna participación política, la madre de los Chamorro Barrios incomoda a Ortega y Murillo como una figura histórica en Nicaragua.
En febrero de 1990, y como candidata presidencial de la oposición, la viuda del asesinado periodista nicaragüense Pedro Joaquín Chamorro Cardenal y madre de Pedro Joaquín, Claudia Lucía, Cristiana María y Carlos Fernando, derrotó en las urnas a Ortega y logró sacarle del poder para gobernar de abril de ese año hasta enero de 1997. Chamorro padre fue asesinado en 1978 por la dictadura de la familia de los Somoza, que gobernó desde 1934.
Ortega llegó al mando del país por la vía de las armas, al encabezar una junta de gobierno de la que Doña Violeta fue una de sus integrantes.
Ortega fue uno de los comandantes del entonces guerrillero Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), la insurgencia que sublevó a Nicaragua y, tras una sangrienta guerra de guerrillas, derrocó en julio de 1979 a la dictadura somocista.
Tras vencer en los comicios presidenciales de 1985, Ortega gobernó de 1985 a 1990, cuando Doña Violeta lo derrotó. Después de perder en las urnas en 1996 y 2001, recuperó el control de Nicaragua en enero de 2007 al ganar los comicios generales de noviembre de 2006.
Lee también:
En elecciones signadas por el fraude, Ortega se reeligió para dos quinquenios en 2001 y 2006 y aspira a triunfar en los de noviembre próximo para iniciar un nuevo mandato en enero de 2022. Murillo llegó a la vicepresidencia en los de 2006, aunque desde 2007 ejercer el verdadero poder al lado de su esposo.
En las actuales condiciones políticas de Nicaragua, caracterizadas por las multitudinarias protestas contra la pareja presidencial que estallaron en abril de 2018 en contra de las políticas sociales del gobierno, los apellidos Chamorro Barrios provocan disgusto o molestia al dúo Ortega—Murillo, acusado por sus opositores de encabezar una dictadura dinástica.
El tándem presidencial rechazó reiteradamente las acusaciones de represión y de dictadores y replicó que su gobierno enfrenta desde abril de 2018 una conspiración terrorista de la oposición, con respaldo “del imperio” de Estados Unidos, para impulsar un golpe de Estado .
“Aquí se está juzgando a criminales que han atentado contra el país”, alegó el cuestionado mandatario el miércoles anterior en un acto público en Managua, al defender una actuación repetidamente repudiada por gobiernos e instituciones de América y Europa.
jabf/rmlgv