Durante su intervención ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), el embajador de México ante el organismo, Juan Ramón de la Fuente , externó las preocupaciones sobre las carencias en ante falta de ayuda humanitaria debido a la guerra con Rusia .

Lee su discurso íntegro a continuación:

Cada semana, aumenta exponencialmente el drama humanitario en Ucrania , y las cifras son reflejo de ese deterioro. Las menciono por que no debe perderse de vista la dimensión del asunto: 3.9 millones de refugiados y 6.5 millones de desplazados internos en 5 semanas.

Especialmente preocupante es el hecho de que el 90% de los refugiados sean mujeres y niños; hay que subrayar desde ya y con toda claridad, los riesgos que corren de ser víctimas de tráfico, explotación, violencia sexual o de género.

Es por el continuo deterioro de la situación en el terreno que México y Francia solicitamos la reunión informativa del día de hoy.

A 5 semanas del inicio de la invasión por parte de Rusia , la prioridad de la comunidad internacional es el cese de las ostilidades y proteger a la población civil en Ucrania. Prueba de ello fue la abrumadora mayoría que apoyó la resolución ES-11/2 en la Sesión Especial de Emergencia de la Asamblea General el pasado 24 de marzo.

La guerra ha tenido también impactos importantes en el suministro de alimentos y la seguridad alimentaria a nivel global como hemos escuchado, los efectos son muy graves, tanto en lo inmediato como en el mediano y largo plazo.

Durante las negociaciones de la resolución referida en la Asamblea General, muchas delegaciones mencionaron este tema y lo señalaron como prioritario. El secretario general ha sido muy explícito al respecto.

Reconocemos desde luego la intención del Programa Mundial de Alimentos de apoyar las necesidades básicas de cerca de 6 millones de personas afectadas por el conflicto, y también debe ser reconocido el hecho de que alrededor de un millón de personas en Ucrania se han beneficiado de transferencias en efectivo y distribución de alimentos. Son ciertamente alivios temporales, muy oportunos por necesarios, pero temporales. Sabemos que existen muchas dificultades logísticas para llevar la asistencia humanitaria a donde más se requiere; las limitaciones de combustible, transporte, conductores y ahora el cierre de los principales puertos y la inseguridad para los barcos comerciales.

En algunas ciudades como es el caso de Mariupol, la situación se ha agudizado, por ello insistimos en nuestro llamado: garantizar el acceso seguro y sin trabas del personal humanitario.

El conflicto también ha generado un impacto negativo directo en los mercados globales de alimentos y energía, elevando los precios de estos productos. Este incremento en los precios, se empieza a sentir en los mercados nacionales y en varias regiones va a limitar el acceso de la población, por lo menos, a cierto tipo de alimentos básicos. En consecuencia, habrá también un incremento en los costos de operación del Programa Mundial de Alimentos como lo hemos escuchado, limitando su capacidad de respuesta ante las crecientes necesidades y la nueva inseguridad alimentaria que se creará en diversas regiones más allá de Ucrania.

Destacamos la labor de las agencias humanitarias de las Naciones Unidas quienes han brindado apoyo a millones de personas tanto a Ucrania como en los países vecinos que les han dado refugio, cuya solidaridad encomiamos.

La resolución ES-11/2 de la Asablea General pretende también eso: asegurar que existan las condiciones en el terrerno para que el personal humanitario cuente con acceso seguro e irrestricto y pueda realizar sus funciones.

Por otro lado, también hemos seguido con preocupación el aumento en el flujo de armas hacia Ucrania; la proliferación de armas puede resultar en una mayor incidencia de violencia entre la población civil y si llegan a las manos incorrectas, dar pie a otras violaciones del derecho internacional y de los derechos humanos. Es preciso evaluar hasta que punto estas puedan llegar a representar un agravante para la situación humanitaria en el país. Ciertamente deploramos el uso de armas explosivas y de municiones en racimo en zonas urbanas, se debe poner fin al uso de este tipo de armas.

Las prioridades para México ante este conflicto han sido y seguirán siendo la protección de civiles, la ayuda humanitaria y el respeto al derecho internacional, incluidos el derecho internacional humanitario y el derecho de los refugiados. Urge un cese inmediato de las hostilidades y en tanto este se logra, urgen pausas humanitarias sostenibles que garanticen la protección de civiles y el acceso de la ayuda humanitaria.

Reiteramos una vez más, que la ayuda humanitaria, no puede ser rehén de consideraciones políticas; hacemos por tanto un llamado a la plena implementación de la resolución referida, adoptada hace unos días por la Asamblea General.

agv

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