El embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Juan Ramón de la Fuente , participó esta mañana en las negociaciones para la reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, tema que se ha discutido desde hace años, sin alcanzar los consensos necesarios. Pese a ello, el tema ha recobrado vigencia con el reciente veto de Rusia por el conflicto que mantiene en Ucrania .
Respecto a lo anterior, estos fueron los temas centrales de la propuesta mexicana:
Reforma del Consejo de Seguridad (CS) no deber limitarse a una ampliación de sus miembros. Se necesita una reforma integral que incluya mejoras en sus métodos de trabajo.
Reformar los métodos de trabajo del CS va más allá de una abolición del veto que, debe restringirse como lo señala la iniciativa Franco-Mexicana, en casos de atrocidades masivas.
Los métodos de trabajo deben regularse y modificarse para convertirlo en un órgano más transparente, más democrático, más representativo y más eficaz.
Los miembros electos son los que promueven mejoras constantes en los métodos de trabajo del CS. Resalta el hecho de que algunas resoluciones que tradicionalmente son redactadas por los miembros permanentes, ahora sean elaboradas y promovidas por los miembros electos.
Los miembros electos también han diseñado formatos innovadores e incluyentes a fin de escuchar todos a los Estados involucrados (sean o no miembros del CS) y a la sociedad civil.
El control que ejercen los miembros permanentes, sobre los temas de la agenda que son cercanos a sus intereses nacionales muestra que, la adición de nuevos miembros permanentes, no es una respuesta para mejorar el funcionamiento del CS. Por el contrario, podría anquilosar aún más los procesos de toma de decisiones y fortalecer el monopolio político de la agenda.
Alemania, Brasil, Japón y Sudáfrica buscan un lugar permanente en el CS. México, en cambio, aboga por un incremento de los miembros electos, para equilibrar el desbalance de poder que existe actualmente, dando más peso en la toma de decisiones a las posiciones de los miembros no permanentes, y aumentando los costos políticos de quien amenaza con el empleo del veto.
Como órgano multilateral por excelencia y tribuna representativa de la comunidad internacional, la Asamblea General debe ser más proactiva en función de las atribuciones relacionadas con la paz y la seguridad internacionales como lo dicta la Carta de la ONU, particularmente ante la parálisis del CS, para atender ya sea crisis de seguridad o crisis humanitarias.
De hecho, será en los próximos días cuando la Asamblea discuta el proyecto de resolución presentado por México y Francia, para atender la situación humanitaria en Ucrania, ante un nuevo veto inminente por parte der Rusia en el CS.
agv