El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, acusado de acoso sexual, se negó una vez más a renunciar este viernes, pese a que un creciente número de influyentes legisladores demócratas piden su dimisión.
"No renunciaré", insistió Cuomo en una teleconferencia de prensa, y pidió esperar el resultado de la investigación de la fiscalía estatal sobre las denuncias. "No he hecho" las cosas de las cuales me acusan, añadió.
Seis mujeres acusan de acoso sexual o conducta inapropiada al gobernador demócrata de 63 años, en el cargo desde hace una década y considerado un héroe de la pandemia en 2020.
La última acusación, que salió a la luz el miércoles, parece la más grave: una empleada le acusa de haber metido la mano bajo su blusa a finales de 2020.
Los últimos legisladores demócratas en pedir la renuncia de Cuomo fueron este viernes la joven estrella del ala izquierda del Congreso estadounidense, Alexandria Ocasio-Cortez, y el muy experimentado Jerry Nadler.
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La denuncia "es preocupante para la seguridad y el bienestar inmediato del personal del gobernador", dijo Alexandria Ocasio-Cortez, conocida como "AOC", representante de los barrios Queens y Bronx, en un comunicado conjunto con otro colega neoyorquino, Jamaal Bowman.
Ambos recordaron que Cuomo y sus asesores también habían sido acusados, tras una investigación del fiscal general estatal, de retener información sobre el número de víctimas de Covid-19 en las residencias de ancianos del estado.
"Le creemos a estas mujeres, a las noticias, creemos al fiscal y a los 55 legisladores de Nueva York que han llegado a la conclusión de que el gobernador Cuomo ya no puede liderar eficazmente ante todos estos desafíos", concluyen en su comunicado.
Otro legislador neoyorquino en la Cámara de Representantes, el veterano Jerry Nadler, también consideró que "las reiteradas acusaciones contra el gobernador y la forma en que ha respondido a ellas, hacen imposible que siga gobernando".
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Ha "perdido la confianza de los neoyorquinos" y "debe dimitir", añadió.
Los dos representantes de Nueva York en el Senado federal -el líder demócrata Chuck Schumer y la senadora Kirsten Gillibrand- se han abstenido de pedir su dimisión por el momento, a la espera de los resultados de la investigación sobre las acusaciones del fiscal estatal.
Hasta ahora, el gobernador ha descartado dimitir, pero la situación parece cada vez más insostenible para él.
La legislatura del estado de Nueva York dio el jueves un primer paso hacia el proceso de destitución: el Comité Judicial de la Cámara Baja recibió luz verde para iniciar una investigación que decidirá si se inicia el proceso.
Este procedimiento, inédito desde 1913, requiere una mayoría simple en la cámara baja y dos tercios en la cámara alta.
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lsm