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La ceremonia de coronación del rey Carlos III está a la vuelta de la esquina; sin embargo, el monarca está lejos de disfrutar este momento como se pensaría.
¿La razón? Los miembros “rebeldes” de la familia. Primero, pese a la presión de la familia real, no fue sino hasta este miércoles que el príncipe Enrique puso fin al misterio de si irá o no la coronación. Lo hará, pero solo, sin su esposa Meghan ni sus hijos.
El segundo frente de conflicto es el príncipe Andrés (Andrew), hermano menor de Carlos III y, hasta el nacimiento de Guillermo, hijo del hoy monarca, considerado segundo en la línea de sucesión al trono.
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Carlos III, de acuerdo con el medio Page Six, está furioso con Andrés por negarse a abandonar Royal Lodge, su casa palaciega de 37 millones de dólares, a pesar de que el monarca ya se la pidió.
Andrew no quiere dejar la mansión de Royal Lodge, a la que William ya "le echó el ojo"
Andrés, la “oveja negra de la familia” que tuvo que abandonar sus funciones reales en medio de un caso por abuso sexual en su contra que puso a la familia real de cabeza, parece estar muy a gusto en su mansión, y aunque se le entregaron las llaves de Frogmore Cottage, la casa de cinco dormitorios de la que el Rey desalojó recientemente a Harry y Meghan, no ha alistado maletas. Royal Lodge es mucho más grande que la casa en la que Andrés, de 63 años, ha vivido desde 2003, señala Page Six.
“Andrew no quiere irse porque la propiedad es vista como un símbolo de la realeza, una propiedad importante en la cartera de la familia”, dijo una fuente real al medio.
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El monarca quiere que Andrés se vaya de ahí porque, según esta fuente, “Guillermo, que es el heredero al trono, le ha echado el ojo”.
Guillermo, Kate y sus hijos, Jorge, Carlota y Luis, se mudaron a Adelaide Cottage, cerca de Royal Lodge, hace menos de un año. El problema es que Adelaide es ya pequeña para el tamaño de la familia y para el espacio que necesita Guillermo dado su creciente papel como heredero al trono.
“Tiene mucho más sentido que Guillermo tenga esta casa para reflejar su nuevo papel, sobre todo porque Andrés ya no es un ‘miembro activo de la realeza’ y, por tanto, no necesita un despacho ni recibir a dignatarios”, señaló el analista real Joshua Rom.
Según fuentes internas citadas por Page Six, el pleito con su hermano ha “enfurecido” al rey, conocido por su impulsividad, en un momento en el que necesita centrarse en la coronación. “Las relaciones entre el rey y su hermano nunca habían sido tan malas”, aseguró una fuente al medio.
Nigel Hawthorne, autor de “Prince Andrew: Epstein, Maxwell and the Palace” y quien está escribiendo un libro sobre la relación entre Carlos y Andrés, dijo: “Su relación nunca ha sido fácil y siempre han estado en competencia el uno con el otro. Mientras que la carrera naval de Carlos fue poco más que la de capitán de algún anticuado dragaminas, Andrés luchó en la guerra de las Malvinas y volvió como un héroe de guerra”.
Desde su punto de vista, Andrew se siente frustrado. “Cada vez que hay un nuevo nacimiento desciendes en la clasificación y [Andrés] ha quedado completamente eclipsado. Carlos es el Rey y tiene todo el poder”.
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