La expulsión de eurodiputados conservadores de Venezuela no afectará el compromiso de la Unión Europea con el Grupo de Contacto Internacional, así como tampoco el ejercicio de la “misión técnica” que se trasladará este miércoles a Venezuela .

Así lo anunció la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, tras discutir con los Ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) los últimos pormenores de la crisis venezolana.

El régimen venezolano negó el domingo pasado la entrada al país de una misión de eurodiputados compuesta por miembros del Partido Popular Europeo invitados por miembros de la oposición en la Asamblea Nacional para hablar con Juan Guidó, reconocido como “presidente encargado” por la mayoría de los países de la Unión.

“El régimen de (Nicolás) Maduro impide que los eurodiputados hagan su trabajo. Una prueba más de que es un dictador. Espero que el Consejo de la UE adopte medidas de respuesta acordes con este nuevo atropello”, reclamó el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani.

Los eurodiputados afectados exigieron concretamente retirar las credenciales a los embajadores del presidente Nicolás Maduro en los territorios europeos y el congelamiento de los bienes en el extranjero del canciller Jorge de Arreaza.

Si bien Mogherini lamentó que Caracas negara el acceso a los eurodiputados, reconoció que dicha comitiva sabía de manera anticipada que no serían admitidos.

“Lamentamos esta situación, pero ello no pone en riesgo los trabajos del Grupo de Contacto Internacional, por el contrario, todos los Estados han insistido en la utilidad de esta herramienta que posiblemente, a estas alturas, sea la única que nos permite estar en contacto con las partes interesadas”.

Señaló que el incidente con los eurodiputados tampoco supone un impedimento para el despliegue de la misión técnica del Grupo Internacional de Contacto.

Miembros del despacho de Mogherini, informaron a EL UNIVERSAL que la delegación tendrá actividades el miércoles y jueves, estará encabezada por la UE y Uruguay, será a nivel directivo y tendrá como objetivo contactar a todas las partes interesadas para crear las condiciones para una “solución democrática y pacífica a la crisis” con la celebración de elecciones presidenciales.

También tendrá la misión de evaluar las necesidades humanitarias de la población y cómo se puede garantizar mejor el acceso de la ayuda internacional.

Ante los medios, Mogherini insistió en que la UE rechaza toda salida militar, así como cualquier iniciativa que conduzca a una escalada de la violencia.

Aseguró que por el momento ninguno de los 28 socios comunitarios ha planteado nuevas sanciones contra el régimen de Maduro, aunque insistió en que “la posibilidad de añadir nombres a la lista sigue estando allí”.

La lista negra está compuesta en estos momentos por 17 miembros del círculo más cercano a Maduro, entre ellos Iván Hernández Dala, jefe de la Dirección General de Contrainteligencia Militar, “responsable de graves violaciones de derechos humanos y la represión de la sociedad civil”.

El pasado 7 de febrero el Grupo de Contacto Internacional (GCI) inició sus actividades en Montevideo, Uruguay.

Expertos como Long, profesor del Departamento de Política y Estudios Internacionales de la Universidad de Warwick, consideran que es en el ámbito humanitario y la contención de una eventual escalada del conflicto, en donde el GCI tiene mayores probabilidades de alcanzar resultados a corto y mediano plazo.

lsm

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