Washington.— Estados Unidos reportó más de 79 mil 963 contagios el viernes y 71 mil 600 el jueves, de acuerdo con cifras de la Universidad Johns Hopkins, mientras que los estados, desde Connecticut hasta Rocky Mountain West, se tambalean por el aumento.
El impacto se siente en todas las secciones del país: un cierre a partir del viernes en la reserva de la tribu Oglala Sioux, en Dakota del Sur; una petición de un funcionario de salud de Florida para detener las fiestas de cumpleaños de los niños; advertencias espantosas del gobernador de Utah, y una creciente situación desesperada en un hospital en el norte de Idaho, que se está quedando sin espacio para pacientes y está considerando transportes aéreos a Seattle o Portland, Oregon. “Básicamente hemos cerrado todo un piso de nuestro hospital. Hemos tenido habitaciones dobles. Hemos comprado más camas de hospital”, mencionó el doctor Robert Scoggins, neumólogo del Hospital Kootenai Health en Coeur d’Alene. “Nuestro hospital no está construido para una pandemia”, insistió.
El gobernador de Utah, Gary Herbert, proclamó ayer como “un día récord para Utah, pero no uno bueno”, porque los contagios alcanzaron una cifra histórica. Por orden de salud pública, se requiere usar cubrebocas en 21 condados, agregó.
Además, el balance de la pandemia podría todavía duplicarse en Estados Unidos de aquí a fines de febrero, cuando se podrían superar los 500 mil muertos, aunque el uso de mascarillas podría evitar 130 mil decesos, concluyen proyecciones del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME). Desde enero, el coronavirus ha contaminado al menos a 8.4 millones de estadounidenses.
Mientras, el candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, prometió que si gana, la vacuna contra el Covid-19 podría ser gratis para todos. “Una vez que tengamos una vacuna segura y efectiva, tiene que ser gratuita para todos, sin importar si uno tiene seguro o no”, mencionó en un discurso.