El prominente opositor ruso Alexei Navalny está en coma en un hospital de Berlín, víctima de lo que el gobierno de Alemania afirma fue un intento de envenenamiento con el agente nervioso Novichok.
Navalny empezó a sentirse mal a bordo del vuelo que lo llevaba de Siberia a Moscú, lo que obligó al avión a aterrizar de emergencia en Omsk, y dos días pudo ser trasladado por avión a Alemania.
El servicio ruso de la BBC ha reconstruido la historia de cómo auxiliares de vuelo y médicos lucharon para salvar su vida en los cielos de Siberia.
Esta es la dramática línea de tiempo de dos horas de ese peligroso viaje.
Una mañana sin novedad
El 20 de agosto temprano Alexei Navalny toma un vuelo de la aerolínea S7 desde Tomsk a Moscú.
Según su secretaria de prensa, Kira Yarmysh, por la mañana no come ni bebe nada, excepto una taza de té comprada en el aeropuerto de Tomsk, Bogashevo.
Otro pasajero del vuelo, Ilya Ageev, ve a Navalny bebiendo el té una hora antes del despegue.
El crítico del Kremlin sonríe y bromea con los pasajeros que lo reconocen.
Navalny empieza a sentirse mal durante la primera media hora del vuelo.
Cuando los asistentes de vuelo reparten agua entre los pasajeros, él la rechaza. Luego se levanta para ir al baño.
Otro pasajero intenta usar el lavabo, pero Navalny ya lleva dentro del mismo unos 20 minutos. Una cola empieza a formarse en la puerta.
Para este momento los cuatro asistentes de vuelo ya saben que uno de los pasajeros no se siente bien.
Minutos después, un asistente de vuelo pregunta por los altavoces si hay doctores a bordo. Los otros pasajeros se dan cuenta de que la situación es grave.
La tripulación de cabina informa al piloto y trata de administrarle primeros auxilios a Navalny.
Su asistente, Ilya Pakhomov, camina por el pasillo pidiendo asistencia médica. Una mujer, que no ha sido identificada, se presenta como enfermera.
Según S7 Airlines, durante la siguiente hora, ella y los auxiliares de vuelo se concentran en mantener a Navalny consciente hasta que el piloto pueda realizar un aterrizaje de emergencia.
El abogado Sergey Nezhenets estaba sentado en la última fila, cerca de donde estaba siendo tratado Navalny. Debía trasladarse a Moscú antes de volar a Krasnodar, en el sur de Rusia.
"Comencé a prestar atención a lo que estaba sucediendo cuando un asistente de vuelo pidió que los profesionales médicos a bordo se identificaran", relató Nezhenets.
"Unos minutos después, el piloto anunció que aterrizaríamos en Omsk, porque un pasajero no se encontraba bien. Solo me di cuenta de que el pasajero en cuestión era Navalny después de que aterrizamos, cuando revisé Twitter y vi las publicaciones de su portavoz", le dijo a la BBC.
"Poco después de que pidieran a un médico, Alexei comenzó a gemir y gritar. Estaba claramente adolorido. Estaba tirado en el suelo en la parte del avión reservada para la tripulación de cabina. No decía ninguna palabra ... solo gritaba".
Según Nezhenets, fue entonces cuando una enfermera se identificó y ofreció asistencia médica.
"No sé qué hizo, no vi. Pero les oí seguir diciendo 'Alexei, bebe, bebe, Alexei, respira', contó el abogado.
"Cuando él estaba gimiendo, el resto de nosotros nos sentimos mejor, porque eso significaba que por lo menos todavía estaba vivo. Insisto, en ese momento no sabía que era Navalny", aseguró.
Dos de los asistentes de Navalny estaban con él. Uno era su secretaria de prensa, Kira Yarmysh.
"Estaba muy nerviosa", contó Nezhenets. "El médico le preguntó qué le había pasado y Kira dijo: 'No sé, probablemente fue envenenado'".
La tripulación gestiona rápidamente permiso para un aterrizaje de emergencia en Omsk, que recibe de inmediato.
El avión, sin embargo, tarda poco más de 30 minutos en aterrizar después de que la medida es comunicada a los pasajeros.
La tripulación de cabina "seguía revisando las ventanas y quejándose de que, debido a que estaba tan nublado, estaba tardando más en aterrizar mientras Alexei estaba tan mal", cuenta Nezhenets.
El abogado escucha ruidos de arcadas cuando instan a Navalny a beber.
El doctor en jefe del aeropuerto de Omsk, Vasily Sidorus, no ha querido confirmar ni refutar esto. "Había de todo", es lo único que ha dicho.
Si sospechaban una intoxicación alimentaria, la tripulación podría haberlo intentado, dice el experto israelí en cuidados intensivos Mikhail Fremderman.
"Pero eso no habría ayudado en un caso de envenenamiento con compuestos organofosforados, que es de lo que ahora están hablando los alemanes", explica Fremderman.
Y si la comida o la bebida de Navalny estaban envenenadas, vomitar habría representado un riesgo para quienes le ofrecieron asistencia médica, así como para quienes limpiaron el avión más tarde.
El avión aterriza en Omsk a las 09:01 de la mañana.
El personal médico del aeropuerto aborda el avión apenas dos minutos después del aterrizaje.
Pero tan pronto como examinan a Navalny, los médicos dicen que "este no es un caso para nosotros, necesita cuidados intensivos", recuerda Nezhenets.
El abogado luego escucha a uno de los miembros del personal médico llamar a una ambulancia. Le piden que se dirija directamente a la zona de aterrizaje, diciendo que el paciente se encuentra en estado grave.
Poco después escucha a un médico describir por teléfono el color del avión y decirle al conductor que se estacione cerca de la escalera.
"Esperamos otros 10 minutos a que llegara la ambulancia", dice. "Durante este tiempo, los médicos tomaron la presión arterial de Navalny y le administraron un goteo intravenoso, pero creo que sabían que eso no servía de nada", agrega.
El Dr. Sidorus dice que no trató a Alexei Navalny personalmente, pero que sus colegas hicieron todo lo posible para salvarle la vida.
"Era difícil entender lo que estaba pasando, ya que no podía hablar", dice. "Hicieron todo lo que tenían que hacer, salvaron la vida de un hombre y se aseguraron de que fuera trasladado a un hospital apropiado".
Los pasajeros con los que hablamos creen que los médicos pasaron entre 15 y 20 minutos examinando al Sr. Navalny a bordo del avión.
Navalny es sacado del avión y trasladado en camilla a una ambulancia que lo lleva directamente al Hospital de Emergencias No.1 de Omsk.
El avión es reabastecido y después de otra media hora continúa su viaje a Moscú.
"Cuando aterrizamos en el aeropuerto de Moscú Domodedovo, varios policías y hombres vestidos de civil entraron en el avión", le dijo a la BBC Nezhenets.
"Les pidieron a los pasajeros sentados en las filas más cercanas al asiento de Alexei que se quedaran, mientras que el resto pudo irse. Alexei había estado sentado en algún lugar del centro del avión, fila 10 u 11", relató.
Al abogado le pareció extraño que la policía subiera a bordo. "En ese momento, el caso no parecía criminal. Y, sin embargo, aquí estaba el servicio de seguridad", dijo.
Durante dos días, el hospital de Omsk mantuvo al Sr. Navalny en su departamento de intoxicación aguda. Inicialmente no permitieron que lo llevaran en avión a Alemania, citando su condición inestable.
Sin embargo, el 22 de agosto, fue trasladado en avión a la clínica Charité en Berlín. Dos días después, los médicos alemanes dijeron que sus pruebas mostraban que había sido envenenado.
Los médicos de Omsk, incluido el médico jefe del Hospital de Emergencias No.1 y el toxicólogo en jefe, insistieron en que no se habían detectado sustancias venenosas en el cuerpo del Navalny cuando estaba bajo su cuidado.
También dijeron que un trastorno metabólico era un posible diagnóstico alternativo.
BBC Rusia le pidió a las autoridades sanitarias de Omsk un comentario y un relato detallado de la estadía en el hospital de Navalny, pero todavía no ha recibido respuesta.
Reportería de Anna Pushkarskaya, Elena Berdnikova, Timur Sazonov, Andrei Soshnikov y Ksenia Churmanova.
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