La campaña por una banca en el Senado estadounidense por Alabama llegó a su fin ayer, con el presidente Donald Trump llamando a elegir al candidato republicano, Roy Moore, a pesar las acusaciones en su contra por acoso sexual a menores.
El desafío político y moral de la elección es tal que el ex presidente Barack Obama se implicó ayer y llamó a los votantes a movilizarse a favor del candidato demócrata, Doug Jones.
Los electores de este estado sureño tradicionalmente conservador eligen hoy a su segundo senador, en reemplazo de Jeff Sessions, designado secretario de Justicia a inicios de año.
“Necesitamos a Roy para que vote contra la inmigración clandestina, por una defensa más fuerte y para proteger la segunda enmienda [sobre armas de fuego] y nuestros valores provida [antiaborto]”, dijo Trump en otro mensaje telefónico grabado.
“Roy Moore es el hombre que nos falta para devolver a Estados Unidos su grandeza”, agregó.
Las encuestas muestran que Moore ya no cuenta con la ventaja que mantenía antes de que el diario The Washington Post publicara hace un mes las primeras acusaciones de mujeres, que lo señalan de haberlas manoseado cuando eran menores de edad, en las décadas de 1970 y 1980.
Para el estado mayor republicano, la elección está perdida por partida doble. Si Moore gana, el partido teme ser perjudicado por asociación; y si pierde, también perderá la actual mayoría republicana en el Senado, de 52 de 100 asientos.