Washington.— El Pentágono publicó ayer las primeras imágenes de la operación militar estadounidense que acabó con la vida del líder del grupo terrorista Estado Islámico (EI), Abu Bakr al-Bagdadi y reveló que lanzó sus restos al mar.
“Los restos de Al-Bagdadi fueron enterrados en el mar de acuerdo con la ley de conflictos armados dentro de las 24 horas que siguieron a su muerte”, dijo en una rueda de prensa en el Pentágono el general Kenneth F. McKenzie Jr., que lidera el Mando Central de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos (CENTCOM).
McKenzie Jr. exhibió fotos y videos en blanco y negro que mostraban la granja rodeada por un muro en la que se escondía Al-Bagdadi, un edificio situado en la localidad siria de Barisha, situada a apenas seis kilómetros de la frontera turca, en la provincia de Idlib.
Según McKenzie Jr., se solicitó a la gente que estaba adentro que saliera en paz. Quienes lo hicieron fueron detenidos y registrados para ver si tenían armas y, posteriormente, fueron liberados. Entre ellos había 11 menores de edad. En la redada murieron seis miembros del EI (cuatro mujeres, Al-Bagdadi y otro hombre), que estaban dentro del edificio.
Ya en el edificio, los militares estadounidenses descubrieron que Al-Bagdadi se escondía en un túnel. “Cuando la captura de las fuerzas especiales estadounidenses era inminente, Al-Bagdadi detonó una bomba, se mató a él mismo y a dos niños pequeños que lo acompañaban”, indicó. En un principio se habló de tres menores.
Después de que Al-Bagdadi se suicidara, las fuerzas estadounidenses trasladaron el cuerpo para hacer pruebas de ADN y comprobar que efectivamente se trataba del líder del EI, el terrorista más buscado desde la muerte del jefe de la red Al-Qaeda, Osama bin Laden, en una operación estadounidense en 2011. El cuerpo de Bin Laden también fue lanzado al mar. EU prefiere lanzar al mar los restos de líderes terroristas tan conocidos para evitar que sus tumbas se conviertan en lugares de culto.