Bruselas.— La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aseguró ayer que “no hay pruebas” de supuestos efectos negativos de la vacuna anti-Covid de AstraZeneca y sigue “convencida” de sus beneficios, en momentos en que la OMS abordó la cuestión tras la suspensión decidida por varios países en Europa, donde se superaron las 900 mil muertes por el Covid-19.
“Seguimos firmemente convencidos de que los beneficios de la vacuna AstraZeneca en la prevención del Covid-19, con su riesgo asociado de hospitalización y muerte, superan los riesgos sobre estos efectos secundarios”, dijo Emer Cooke, directora ejecutiva del regulador europeo. Pidió esperar a una “evaluación completa”.
Sin embargo, su llamado cayó en oídos sordos. Más de 15 países europeos, entre ellos Alemania, España, Francia, Italia, Noruega, Países Bajos y Dinamarca, mantuvieron la suspensión, por precaución, del uso de la vacuna de AstraZeneca después que se señalaran problemas sanguíneos en personas vacunadas, como dificultades para coagular. Y Suecia se les sumó ayer.
“Al día de hoy no hay pruebas de que la vacunación haya causado estas afecciones. No han aparecido en los ensayos clínicos y no figuran como efectos secundarios conocidos o esperados”, indicó Cooke, agregando que la EMA examinaba efectos adversos graves en “todas las vacunas”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro italiano, Mario Draghi, consideraron “alentadoras” las declaraciones de la EMA, tras una entrevista telefónica, pero ninguno levantó la restricción. El primer ministro francés, Jean Castex, dijo que para dar confianza a los franceses, se vacunará “muy rápidamente” con la vacuna de AstraZeneca si la EMA la avala tras la reunión del jueves en la que evaluará el tema a profundidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que también se reunió ayer, ha aconsejado seguir administrando la sustancia. “No queremos que la gente entre en pánico y, por el momento, recomendamos que los países sigan vacunando con AstraZeneca”, dijo la responsable científica de la OMS, Soumya Swaminathan.
Desde Reino Unido, donde se ha administrado una primera dosis (de AstraZeneca o Pfizer/BioNTech) a casi 24.5 millones de personas, el primer ministro, Boris Johnson, reafirmó que la sustancia era “segura” y “extremadamente” eficaz.
A las dudas sobre los efectos se suman los problemas de suministro del laboratorio a la Unión Europea (UE), por lo que el bloque “no excluye” presentar un recurso judicial contra el grupo farmacéutico, dijo el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Clément Beaune. El retraso en la entrega de vacunas “anormal”, Europa debe tomar medidas, acotó el premier Castex.
En paralelo, la Comisión Europea (CE) anunció un acuerdo con los laboratorios Pfizer y BioN-Tech para “acelerar” la entrega de 10 millones de dosis para los países del bloque.
Además, la empresa española Zendal está en “negociaciones” con Rusia para producir la vacuna Sputnik V, afirmó a la AFP Pedro Mouriño, presidente del fondo de inversión IberAtlantic.
Los países europeos buscan acelerar el ritmo de vacunación para lograr la inmunidad de grupo lo antes posible, en medio del enojo de la ciudadanía por la lentitud con la que se desarrolla el proceso y que ha impedido flexibilizar las restricciones.
Europa superó ayer el umbral de 900 mil decesos, y el repunte de contagios ha obligado a imponer nuevas medidas. Reino Unido (125 mil 580 muertos), Italia (102 mil 499), Rusia (92 mil 937), Francia (90 mil 788) y Alemania (73 mil 656) son los países europeos más castigados.
En Italia, desde el lunes tres cuartas partes del territorio pasaron a confinamiento.
Las autoridades de Alemania y Francia también se están planteando nuevas medidas para frenar los contagios. Las autoridades sanitarias francesas anunciaron que se había detectado una nueva variante en la región de Bretaña (oeste), pero descartan que sea más grave o contagiosa.
En Latinoamérica, el gobierno venezolano anunció que no permitirá el uso de AstraZeneca. Indonesia también informó que retrasaba el inicio de la campaña de la administración. Pero en otra nación del sudeste asiático, Tailandia, donde también se había suspendido, finalmente se empezó a inyectar e incluso el primer ministro puso el ejemplo.
En Estados Unidos, el expresidente Donald Trump recomendó a los estadounidenses que se vacunen contra el coronavirus, reconociendo que muchos de quienes se niegan a hacerlo son simpatizantes suyos. “Lo recomendaría [vacunarse]; también a muchas personas que no quieren hacerlo, y muchas de esas personas, para ser franco, votaron por mí”, dijo en Fox News.
Mientras, la farmacéutica estadounidense Moderna inició ensayos de una vacuna para niños menores de 12 años, primer paso hacia una nueva fase de la campaña de inmunización.