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Washington.— Jacob Blake, el afroestadounidense que resultó gravemente herido por disparos de la policía el pasado domingo en Wisconsin sufre parálisis en la mitad inferior de su cuerpo y “se necesitaría un milagro” para que pueda volver a caminar, dijo un abogado de la familia, que pidió que se despida al agente que abrió fuego y a los demás involucrados.
El incidente del domingo en Kenosha —en el que aparentemente Blake fue baleado por la espalda y frente a tres de sus hijos— fue captado en video con un celular y desató nuevas protestas contra la injusticia racial apenas tres meses después de la muerte de George Floyd a manos de la policía en Minneapolis.
“Ellos balearon a mi hijo siete veces, siete veces, como si no importara", dijo el padre de Blake, también llamado Jacob y que habló con los reporteros junto con otros familiares y abogados. “Pero mi hijo importa. Es un ser humano y él importa”.
Blake, de 29 años, fue operado ayer, dijo el abogado Ben Crump, quien añadió que las balas cercenaron la médula espinal y destrozaron vértebras. Otro abogado de la familia, Patrick Salvi, explicó que Blake sufrió daño severo en el colon, el intestino delgado, el riñón, el hígado y el estómago.
El equipo legal planea presentar una demanda contra el departamento de policía por el tiroteo. La policía no ha dicho mucho sobre lo sucedido, fuera de declarar que los agentes respondían a una disputa doméstica. El caso desató protestas violentas la noche del domingo.