Kabul.- El niño afgano Murtaza Ahmadi , quien saltó a la fama cuando en 2016 se hicieron virales unas fotografías en las que aparecía con una camiseta hecha con una bolsa de plástico con el nombre del futbolista Leo Messi y su número 10 , se encuentra ahora oculto en Kabul por temor a posibles represalias de los talibanes .
El niño, que tiene ahora 10 años, vive con su familia en un pequeño apartamento de la capital de Afganistán , a donde huyeron hace dos meses desde su aldea natal en la provincia meridional de Ghazni, escapando, también entonces, de los ataques talibanes.
Ahmadi soñaba con conocer a Messi y por eso, con una bolsa de plástico, se hizo la camiseta con el número 10. Su hermano publicó la foto, que se hizo viral.
Finalmente, el comité organizador de la Copa del Mundo 2022 gestionó que Murtaza y su familia viajaran a Qatar a ver un partido amistoso de Messi. El delantero argentino regaló al niño una camiseta de la selección argentina , otra del FC Barcelona, donde jugaba hasta hace poco, y un balón, todo autografiado.
“Estoy muy contento de haber conocido a mi ídolo. Es un sueño”, dijo entonces Murtaza.
Pero al regresar a su pueblo, los lugareños lo encararon, acusando a la familia de haber recibido dinero del jugador. La familia vivía temerosa de ser atacada o de que Murtaza fuera secuestrado. Por eso, huyeron a Paquistán, esperando obtener asilo de Estados Unidos. No lo lograron y tuvieron que regresar a Afganistán. Pensando en que estarían mejor, se quedaron en 2018 en Kabul, la capital. El pequeño ni siquiera pudo llevar consigo las camisetas y el balón que Messi le obsequió .
El regreso de los talibanes, el 15 de agosto, lo cambió todo y ahora Murtaza vive aterrado.
“Estoy atrapado en casa y no puedo salir porque tengo mucho miedo a los talibanes”, dijo a EFE Murtaza, quien pertenece a la atacada minoría chií hazara, objetivo constante de ataques, sobre todo del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
“Quiero viajar a un lugar seguro desde Afganistán. Por favor, sálvenme de esta situación”, rogó el niño, quien pidió ayuda a los futbolistas del mundo, en especial a Messi, para que pueda salir con su familia del país y “jugar al futbol en paz”.
Murtaza Ahmadi, de 5 años, jugando con la playera y el balón que Messi le regaló. Foto: AP
Pesadillas tras irrupción talibán
La familia del niño y el propio Murtaza aseguran que algunas veces, durante la noche, él despierta entre gritos por miedo a los insurgentes: “En mi sueño veo que los talibanes vienen, llaman a la puerta y me gritan”.
Después de que los talibanes tomaran el control total de Kabul el pasado 15 de agosto, y tras la retirada total de las fuerzas internacionales de Afganistán esta semana, con el fin también de los vuelos regulares de evacuación, la familia del niño teme ahora que los islamistas inicien registros “puerta por puerta”.
“¿Qué nos sucederá? Ya estábamos bajo amenaza”, explicó a EFE Mahdia Ahmadi, una hermana del menor, de 22 años, que detalló que cuando llegaron a Kabul hace dos meses, la ciudad era segura, e incluso tenían a policías y soldados que les protegían.
Ahora “no tenemos a nadie”, y siempre que “llaman a la puerta, Murtaza piensa que son los talibanes y corre hacia mí o mi madre para esconderse”, asegura la joven.
Las amenazas impidieron incluso a Murtaza acudir a la escuela durante años, y ahora la familia solo desea abandonar el país para poder refugiarse en un lugar seguro lejos de unos talibanes que, según algunas denuncias, han empezado a tomar represalias.
Decenas de miles de antiguos empleados del gobierno, miembros de las fuerzas de seguridad, activistas o periodistas ya han abandonado el país en alguno de los vuelos de evacuación internacional recién concluidos, y otros muchos sueñan con huir de alguna manera.
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