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El Hospital Huoshenshan de la ciudad china de Wuhan , que comenzó este lunes a funcionar y fue construido en apenas 10 días, es el más reciente ejemplo de algo que se ha convertido en un sello chino: la rapidez.
Con unidades prefabricadas y unidas con tornillos, este centro hospitalario, que cuenta con equipo y sistemas de ventilación de última tecnología, así como cámaras de aislamiento, tiene capacidad para 10 mil camas y estará operado por 1,400 médicos militares, 950 de ellos procedentes de hospitales del Ejército de Liberación Popular y, los 450 restantes, de universidades de las distintas ramas de las fuerzas armadas.
Según la agencia de noticias Xinhua, el proyecto de diseño se creó en 24 horas y se dedicaron cinco más al plan de diseño. Tres compañías se encargaron de construir la Montaña del Dios del Fuego, como se denomina el centro médico que se dedicará a atender exclusivamente casos del nuevo coronavirus -que ha dejado hasta el momento 426 decesos (425 de ellos en China y uno en Filipinas) y 20 mil 626 casos a nivel global-, bajo "la Tercera Compañía de Construcción Ltd. del Tercer Buró de Ingeniería de Construcción de China".
Las obras comenzaron el 23 de enero. El centro fue construido a semejanza del de Zxiaotangshan, erigido también en un tiempo récord de una semana, en el norte de Beijing, en 2003, para combatir el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS, por sus siglas en inglés), por el cual la Organización Mundial de la Salud declaró también en su momento emergencia internacional y que dejó 349 fallecidos en China y 774 a nivel global, la mayoría en Hong Kong.
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Pero China no sólo se especializa en hospitales “exprés”. De hecho, en 2015 se habló de una “revolución” cuando en tan sólo 19 días se construyó en la ciudad de Changhsa un edificio de 57 piso, conocido como Mini Sky City, una obra del empresario chino Zhang Yue y la empresa Broad Sustainable Building (BSB). Se utilizaron también módulos de acero prefabricados que encajaban para formar los pisos a razón de tres por día, según un reportaje de la cadena británica BBC.
En su momento, Zhang dijo que se trataba de un método eficaz no sólo por su rapidez, sino por su seguridad y porque además es barato.
La vicepresidenta de BSB y responsable del mercado internacional, Jiang Yan , explicó a El País cómo funcionaba el sistema: “las piezas de los edificios que tenemos en catálogo se fabrican en serie en nuestras instalaciones, con todas las tuberías, conexiones eléctricas, y conductos de aire listos ya para su conexión".
Luego se transportan en bloques hasta el emplazamiento del edificio, y allí se ensamblan en tiempo récord por nuestro personal cualificado. Es como montar un Lego. Apenas hay subcontratación, lo cual ayuda a mantener un costo bajo y un control de calidad estricto, y nos permite eliminar también la corrupción inherente al sector”, afirma.
En esa misma ciudad se construyó, ese mismo año, una torre de lujo de 30 pisos destinada a albergar al Hotel Ark . ¿El tiempo? Quince días. BSB fue la encargada, y usó 90% de componentes prefabricados.
Otro ejemplo, ese mismo año, en Beijing , fue el reemplazo del puente de Sanyuan por uno nuevo, en un plazo récord. Desmantelar la construcción tomó un día; el proceso, incluyendo la elevación del puente, para el que se importaron mil 300 toneladas de materiales, se completó en 19 horas. El cambio total de un puente por otro tardó menos de 43 horas.
Aunque parezca muy rápido, en 2018 China lograría otro hito cuando, en enero, mil 500 obreros construyeron una estación de tren en… 9 horas en la sureña provincia de Fujian.
El 23 de octubre del mismo año, el presidente chino, Xi Jinping, inauguró el puente marítimo más largo del mundo. El puente Hong Kong-Zhuhai-Macao, considerado una maravilla de la ingeniería, une la parte continental de China con Macao.
La construcción del mayor puente sobre el mar a nivel mundial empezó en diciembre del 2009. El puente fue abierto al tránsito en octubre del 2018.
*** Con información de agencias y El Comercio/GDA
