Un senador de Oregon elegido por primera vez hace más de 20 años enfrenta sanciones tras acusaciones de un hostigamiento sexual que duró años, según una colega, la senadora demócrata Sara Gelser.

Gelser dijo que el republicano Jeff Kruse ha hostigado a muchas mujeres en el Capitolio con abrazos excesivamente prolongados y otros toqueteos no deseados.

Sin embargo, temerosa de causar problemas y sobre el impacto que una queja formal tendría en sus relaciones con otros legisladores, Gelser optó por presentar una queja informal hace dos años, la que llevó a la legislatura y al departamento de recursos humanos a advertirle a Kruse que no tocara a mujeres en el Capitolio. Sin embargo, el republicano no cesó, aseguró Gelser.

"Lo que lo empeoró es que no sólo yo seguí sufriendo esa conducta, sino que estaba viendo como le sucedía a otras mujeres", escribió Gelser en una queja formal contra Kruse . "Me sentí culpable cuando vi a otras mujeres sufrir eso".

A finales del año pasado, Gelser identificó a Kruse como su hostigador tras una ola de denuncias de abuso sexual contra hombres en posiciones de poder.

La senadora presentó la queja formal en noviembre, lo que desató un requerimiento de que un panel legislativo ordenara una investigación externa de sus denuncias. Otra legisladora, la senadora demócrata Elizabeth Steiner Hayward, también presentó una queja formal contra Kruse.

La investigación es una de muchas en legislaturas estatales en todo el país a raíz de la ola de denuncias contra hombres en posiciones influyentes, que estalló en octubre con el escándalo de abusos sexuales del magnate de Hollywood Harvey Weinstein, iniciada por el diario The New York Times.

En Arizona, el representante estatal republicano Don Shooter fue expulsado el 1 de febrero tras acusaciones de abuso sexual, convirtiéndose en el primer legislador estatal en ser expulsado desde que cobró fuerza el movimiento contra abusos sexuales #MeToo.

Kruse está acusado de hostigamiento, aunque no de naturaleza sexual. Sin embargo, un investigador concluyó que el legislador tocó y abrazó a mujeres más que a los hombres. Todas las personas que se quejaron son mujeres.

Un reporte de la investigación dado a conocer el martes dijo que Gelser trataba de alejarse o de evitar a Kruse, pero que ella no se atrevía a decirle que su conducta la incomodaba.

Gelser dijo que una vez, cuando estaba sentada en su curul en el pleno de la cámara baja en 2011, en su primer término, Kruse se inclinó por detrás de ella y pasó sus manos bajo los hombros y sobre el pecho de ella.

"Quedé anonadada y paralizada", escribió.

Kruse también manoseó y regaló ropa interior a dos estudiantes de Derecho que solían trabajar para él, así como a empleadas, una exasistente legislativa y una cabildera, de acuerdo con el reporte de 51 páginas.

Varios políticos, incluso la gobernadora Kate Brown, han dicho que Kruse debe renunciar, pero el senador ha dicho que no renunciará.

lsm

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