Washington.— Christine Blasey Ford, la mujer que acusa de agresión sexual al elegido por Donald Trump para la Corte Suprema de Estados Unidos, está dispuesta a testificar la próxima semana ante el Senado, siempre y cuando se le garanticen términos justos y su seguridad, revelaron ayer medios.
La académica, experta en sicología de 51 años, afirma que el juez Brett Kavanaugh, de 53 años, la agredió sexualmente en una fiesta a principios de la década de 1980, algo que el candidato de Trump a la Corte Suprema de EU niega. Ella afirma que Kavanaugh, borracho, la inmovilizó en una cama mientras trataba de desvestirla, mientras otro joven observaba, pero que ella logró escapar.
“Está deseando testificar, una vez acordados los términos que sean justos y que garanticen su seguridad. Una audiencia el lunes no es posible y la insistencia del comité para que ocurra ese día es arbitraria de cualquiera de las formas”, aseguró Debra Katz, abogada de la víctima, en un correo citado por medios locales. El escrito fue remitido al Comité Judicial de la Cámara Alta, el ente encargado de interrogar a Kavanaugh y de dilucidar las dudas que puedan surgir sobre su candidatura.
“Como saben, ha recibido amenazas de muerte que han sido enviadas al FBI y ella y su familia se han visto forzadas a abandonar su casa”, continuó Katz, quien abogó por discutir las condiciones en las que estaría preparada para testificar esa misma semana y recordó que preferirían que el FBI investigara antes el caso.
El comité, con mayoría republicana, fijó el próximo lunes como la fecha en la que Ford debía acudir para comparecer en público y contar los abusos supuestamente perpetrados por Kavanaugh.
Hasta la denuncia, el juez parecía encaminado a ser confirmado para ese cargo vitalicio. Blasey Ford no ha presentado cargos penales contra Kavanaugh, pero si lo hiciera, el caso sería investigado en Maryland, donde los delitos graves de agresión sexual no prescriben.