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EL PASO, Texas.- Las autoridades informaron el viernes que el hombre de 21 años de edad acusado de perpetrar un mortal tiroteo en una tienda Walmart en El Paso confesó después de rendirse y dijo que su objetivo era atacar a mexicanos.
El detective de El Paso Adrián García dijo en una declaración jurada de arresto que Patrick Crusius salió con las manos en alto de un vehículo detenido en una intersección poco después del ataque del sábado pasado y que le dijo a los policías: "Yo soy quien disparó".
Agregó que Crusius renunció posteriormente a sus derechos Miranda y accedió a hablar con los detectives, diciéndoles que su objetivo de su ataque eran los mexicanos. Los derechos Miranda son los que goza todo sospechoso en Estados Unidos, al advertírsele que sus propias palabras pueden incriminarlo en los tribunales.
Veintidós personas murieron en el ataque y otras dos decenas resultaron heridas. Muchos de los muertos tenían apellidos hispanos y ocho de ellos eran de nacionalidad mexicana. El Paso hace frontera con la mexicana Ciudad Juárez.
Altos funcionarios de Estados Unidos y México mantendrán una reunión el próximo 13 de agosto en la capital mexicana para abordar el estado de las investigaciones sobre el tiroteo de El Paso, Texas, que dejó 22 muertos, 8 de ellos mexicanos.
Con esta cita, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador aspira a avanzar en la apertura de un caso por terrorismo en la fiscalía mexicana, anunció ayer el canciller Marcelo Ebrard.
Jefe de NRA elude control de armas
Tras los tiroteos consecutivos en Texas y Ohio, el debate sobre el control de armas regresó a la Asociación Nacional del Rifle (NRA) y su inmenso poder para obstaculizar cualquier ley relevante en el tema.
El hombre en gran parte responsable de la postura intransigente de la NRA es su director general desde hace décadas, Wayne LaPierre, quien se ha visto envuelto en conflictos y problemas legales mientras dirige el más reciente esfuerzo del grupo para evitar las medidas de control de armas.
Las autoridades investigan las finanzas de la NRA y el grupo ha destituido a altos funcionarios e intercambiado demandas con la que fue su empresa de mercadeo durante años y a la cual se le da el crédito de moldear la imagen de LaPierre y la asociación misma.
El elevado salario de LaPierre, su debilidad por la ropa elegante y reportes de que intentó que la NRA le comprara una mansión de 6 millones de dólares en una exclusiva comunidad de golf, han provocado un escrutinio considerable entre acusaciones de malgasto desenfrenado.
Los apasionados defensores de las armas de fuego se han puesto contra LaPierre en meses recientes, dirigiéndose a Twitter y Facebook con los hashtags #changethenra (cambia la NRA) y #savethe2a (salva la Segunda Enmienda). Algunos piden su renuncia y cuestionan cómo podrá desviar la creciente presión para tomar medidas de control de armas tras los tiroteos de Dayton, Ohio, y El Paso, Texas, dado todos los escándalos.