Bruselas.- La Administración del presidente Andrés Manuel López Obrador responsabiliza al Ejecutivo de la Unión Europea por la parálisis en la que se encuentra el proceso de aprobación del Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación.

La piedra en el zapato es la cuestión sobre la futura arquitectura del Acuerdo Global modernizado, de la cual dependerá la ruta de aprobación. La Comisión Europea y el Servicio Europeo de Acción Exterior proponen dividir el nuevo acuerdo en tres distintos pactos, uno político y de cooperación, uno comercial y otro de protección de las inversiones.

Sin embargo, al menos hasta finales de febrero, es decir, cuatro años después de que se llegara a un principio de acuerdo sobre la parte comercial, el Gobierno de México no había recibido formalmente dicha propuesta.

“En una de las reuniones, la viceministra de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, Luz María de la Mora Sánchez, informó que el Gobierno de México todavía no había recibido la propuesta formal de división del Acuerdo Global entre México y la Unión Europea por parte de la Comisión Europea”.

“¿Puede confirmar la Comisión la veracidad de la información trasladada por la Sra. de la Mora?”, pregunta el eurodiputado del grupo de los liberales, Jordi Cañas.

A la fecha, la solicitud del eurodiputado español, en la que además pide a la Comisión informar del calendario previsto para el inicio de la ratificación del Acuerdo Global, no ha tenido respuesta.

El encuentro al que Cañas hace referencia tuvo lugar el pasado 23 de febrero, durante la visita al país de la delegación ad hoc de la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo (INTA por sus siglas en inglés).

De acuerdo con el informe de la gira parlamentaria, fechado en marzo, “muchos interlocutores mexicanos solicitaron información sobre las razones de la división propuesta y, algunos expresaron su preocupación por el hecho de que puede conducir a un cambio sustancial y, en consecuencia, a una reapertura del acuerdo”.

“Además, la posición de la UE con respecto a la arquitectura se percibe como ambigua”.

El reporte también deja constancia que “existe una impaciencia palpable respecto a la falta de progreso en la ratificación del acuerdo (casi dos años tras el fin de las negociaciones), y que dicha ratificación debe finalizar en un plazo de dos años, es decir, antes del comienzo de la campaña electoral en México y en la UE”.

México fue el primer país tercero con que la UE firmó un acuerdo de asociación, en vigor en 2000. Al paso de los años, fue quedando obsoleto, al no incluir nuevas cuestiones comerciales y de inversión, como la contratación pública, el desarrollo sostenible y la protección de inversiones, las partes acordaron actualizarlo.

Anticipando la llegada de Andrés Manuel López Obrador, la administración precedente llegó con Bruselas a un principio de acuerdo sobre la actualización de la parte comercial, en abril de 2018. Las negociaciones finalizarían formalmente en abril de 2020 luego de saldar la cuestión que quedaba pendiente, el alcance de la apertura recíproca de los mercados de contratación pública.

Desde entonces, México y la UE se han implicado en el trabajo técnico para finalizar los textos y preparar la ratificación del acuerdo.

“Las negociaciones para la modernización del Acuerdo Global concluyeron en abril de 2020. La firma de dicho Acuerdo ha ido demorándose innecesariamente y los costes de oportunidad de este retraso ya están siendo asumidos por las partes, México y la Unión, las cuales podrían estar beneficiándose de las disposiciones del Acuerdo modernizado”, denuncian eurodiputados socialistas en una misiva enviada al Ejecutivo comunitario.

“El proceso hacia la firma ha generado y sigue generando frustración en México y en todos aquellos actores en Europa que estamos empeñados en una mayor y más eficiente relación bilateral. Cuanto mayor sea la demora, más estamos involuntariamente degradando el Acuerdo”, sostienen los firmantes Javi López, Inma Rodríguez-Piñero y Massimiliano Smeriglio.

Los eurodiputados siguen esperando que el gabinete de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, informe a qué se debe el retraso, que explique el motivo por el que la Presidencia francesa de la UE sigue sin recibir el texto para proceder al debate en el Consejo Europeo y la consiguiente firma.

Si la nueva arquitectura del Acuerdo Global procede como lo plantea la Comisión Europea, los tres acuerdos seguirían cada uno procedimientos de firma y ratificación distintos en la UE.

Al ser un acuerdo exclusivo de la UE, la parte comercial solo requeriría la ratificación del Consejo, previa aprobación del Parlamento; en tanto que los otros dos acuerdos necesitan ser ratificados por cada Estado miembro de manera individual.

De acuerdo con la Comisión Europea, este formato se ajusta a las consideraciones constitucionales de la UE, ofrece mayor seguridad jurídica y acelera la ratificación del acuerdo comercial.

La delegación de INTA para México, tiene la convicción de que el Acuerdo Global va más allá de la reducción de los últimos aranceles, al incorporar elementos novedosos a la cooperación, como el medioambiente, la seguridad, la lucha contra la corrupción y la delincuencia.

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