La actriz estadounidense Melanie Griffith , de 60 años, brilló esta noche en el Baile de la Ópera de Viena , aunque la aparición de una activista del movimiento feminista Femen que, semidesnuda, protestaba contra la asistencia del presidente ucraniano, Petró Poroshenko , le robó algo de su protagonismo.
El breve e inesperado incidente se produjo segundos después de que el presidente de Ucrania bajara de un automóvil delante de la puerta del teatro lírico que alberga este evento, culminación del carnaval austríaco y la máxima cita de la alta sociedad en este país.
Para sorpresa de todos los presentes, en la alfombra roja de la escalinata exterior del edificio apareció una mujer vestida de largo y negro que súbitamente se descubrió el torso. En su pecho y vientre había escrito " Poroshenko get the fuck out" (Poroshenko, vete a la mierda ).
Todo duró pocos segundos, pues de inmediato una decena de policías la redujeron y se la llevaron por la fuerza, mientras ella se resistía y no paraba de gritar.
De 25 años, la mujer fue detenida bajo la acusación de perturbación del orden y de la decencia, según explicó el portavoz de la Policía Harald Sörös a la agencia austríaca APA.
En noviembre pasado, dos activistas de Femen protestaron ante la sede de la administración de Poroshenko con motivo del aniversario de la revolución del Maidán, que según Femen fue aprovechada por el presidente para organizar una "contrarrevolución oligárquica".
Pero Poroshenko no se dio por aludido hoy, cuando, acompañado por su esposa Maryna y por su homólogo austríaco y anfitrión, el ecologista Alexander van der Bellen, declaró a la televisión pública ORF, ya adentro de la Ópera, que tuvo "un día estupendo" en la república alpina.
También para Griffith este jueves ha sido "un día magnífico", aunque no pudo pasear por la ciudad como hubiese querido "porque hacía mucho frío" (la temperatura ronda 1 grado centígrado), según declaró a la prensa en un hotel cercano pocas horas antes.
Así, dedicó la jornada al deporte y la distensión, antes de aparecer en el "Baile de los bailes", como también se conoce al "Opernball", con el pelo recogido en un moño, vestida de largo y negro.
Ya antes había explicado que el vestido, completamente liso y cerrado, fue diseñado por el tunecino Azzedine Alaïa, fallecido en noviembre pasado, y confeccionado a medida hace una veintena de años.
La estrella de Hollywood , que fue esposa del actor español Antonio Banderas entre 1996 y 2015, optó por llevar esta prenda en Viena para rendir homenaje a Alaïa.
También reveló que ha requerido del trabajo de un estilista especial debido a que fue operada de la nariz.
"He tenido ahora un cáncer en mi nariz que tuvo que ser operado. El aspecto es horrible, pero mi artista de maquillaje ha hecho un trabajo fantástico", declaró.
Griffith, ganadora del Globo de Oro en 1988, es "invitada de alquiler" del empresario y constructor Richard Lugner, de 85 años, quien suele pagar a una estrella internacional para que le acompañe a este baile, en medio de un gran secretismo sobre la suma con la que logra su objetivo.
La fiesta, que cada año atrae a más de 5.000 personalidades del mundo del arte, la política, el deporte y la economía para ver y dejarse ver bailando valses y polcas, contó también con la cúpula del Gobierno del país.
El canciller federal, el democristiano Sebastian Kurz (31 años), llegó acompañado de la somalí Waris Dirie, modelo, escritora y activista en la lucha contra la mutilación genital femenina.
Criticado por muchos como anacrónico, los organizadores se esfuerzan por mantener el estilo tradicional del " Opernball ", cuyas raíces se remontan al siglo XIX, cuando el entonces joven emperador Francisco José dictaminó que el entonces nuevo teatro lírico no se usara únicamente para óperas y ballet sino también para bailes.
La edición número 62 se inauguró hoy con una fanfarria de Karl Rosner , seguida del himno nacional de Austria y del europeo, para dar paso a la actuación de artistas del teatro lírico.
Tras una coreografía de Eno Peci presentada por el Ballet de la Ópera , las 144 parejas debutantes hicieron su entrada solemne en el patio de butacas y bailaron varias piezas, que finalizaron con el vals "El Danubio Azul", de Johann Strauss.
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