Quito.— El gobierno de Ecuador presionó ayer con una dura ofensiva militar a las más de 20 bandas criminales y narcotraficantes que desde hace cuatro días imponen el terror en el país, en una ola de violencia que ha dejado 16 muertos.
Más de 22 mil 400 militares desplegados, patrullajes por tierra, aire y mar, revisiones en las calles, operaciones en cárceles, toques de queda: el gobierno del nuevo presidente, Daniel Noboa, no cede ante los ataques del narco. El número de funcionarios de prisiones retenidos como rehenes en los motines simultáneos suscitados en siete cárceles de Ecuador se incrementó a 178.
Estados Unidos enviará a la jefa del Comando Sur, la general Laura Richardson, y a altos cargos antinarcóticos y diplomáticos a Ecuador para examinar con el gobierno de Noboa cómo combatir el crimen organizado.
Flor Layedra, periodista del diario ecuatoriano Expreso, dijo a EL UNIVERSAL que “las personas están resguardándose en sus casas, no hay mucha gente circulando en las calles, mientras que varias empresas están enviando a su personal a casa. No se sabe absolutamente nada, la ciudad y el Cabildo no han dicho nada impactante, hasta ahora estamos solamente expectantes.
“Noboa ha sido muy firme hasta este momento, él emitió un nuevo decreto que es el 111 en donde hasta este momento tanto la policía como los militares tiene la orden por parte del Ejecutivo de salir a las calles para volver a controlar el orden”, señaló.