Bruselas.— El éxodo migratorio desde América Central hacia México dispara a niveles récord las necesidades financieras de la agencia de Naciones Unidas encargada de salvaguardar los derechos de los refugiados que llegan al país, ACNUR.
Para afrontar los retos humanitarios provocados por los flujos centroamericanos, ACNUR estima que necesitará este año unos 61.7 millones de dólares, una cifra que equivale a la suma de los presupuestos de operación de los tres años previos (2016-2018).
Las acciones de la agencia de Naciones Unidas en México facturaron sólo 3 millones de dólares en 2014; desde entonces los montos han ido ascendiendo hasta alcanzar 24 millones en 2018. El organismo con sede en Ginebra, reporta que hasta el 6 de febrero pasado, había recibido solo 533 mil 126 dólares, lo que equivale al 1% del monto total requerido.
Las actividades de ACNUR son financiadas por contribuciones voluntarias procedentes de países y donantes privados. Suecia, Dinamarca, Noruega, Holanda y Reino Unidos destacan como los principales donantes a nivel global en este rubro; de los fondos asignados hasta ahora a México, 172 mil provienen del Nacional Monte de Piedad. El incremento del gasto responde a que “siguen sin resolverse las profundas causas de los desplazamientos y continúan llegando a México personas que escapan de la violencia en el norte de Centroamérica”.
“Es probable que un mayor número de personas permanezca en México para solicitar asilo, particularmente en áreas urbanas”. El ajuste en las arcas presupuestarias también responde a la nueva política migratoria del gobierno mexicano.
“El gobierno se ha comprometido a implementar altos estándares de protección y soluciones innovadoras para los refugiados. Esto incluye fortalecer los procedimientos para determinar la condición de refugiado con base en estándares internacionales y abrir nuevas oficinas de la Comisión Mexicana de Refugiados en regiones con un alto número de solicitudes de asilo”. Entre otros objetivos, la organización pretende alojar en refugios a 10 mil personas vulnerables, ayudar económicamente a 6 mil hogares, facilitar el empleo formal a seis mil personas y ofrecer asistencia legal a 5 mil 700 migrantes.
De acuerdo con un informe elaborado por ACNUR, UNICEF y la Organización Internacional para las Migraciones, entre el 14 y 30 de enero siguieron llegando a México hondureños, salvadoreños y guatemaltecos, aunque los patrones han cambiado, ya no llegan en caravanas de 5 mil personas, ahora son grupos más reducidos y menos visibles. También han aumentado las entradas por puntos fronterizos no oficiales.
UNICEF estima que durante la última quincena de enero, 12 mil personas, entre ellas tres mil niños y adolescentes, cruzaron de Guatemala a Tapachula.