El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) , Filippo Grandi, se sumó a las críticas desencadenadas por la política implementada por Estados Unidos a lo largo de la frontera con México dirigida a separar a menores de sus padres inmigrantes que entran de manera irregular.
Aseguró que la política migratoria debe priorizar la unidad familiar y el interés superior de los niños.
“Hay formas efectivas de garantizar el orden y el control soberano de las fronteras sin someter a las familias al trauma psicológico de la separación entre padres e hijos”, afirmó.
Insta al Gobierno estadounidense a implementar “alternativas humanas y seguras”, a garantizar un refugio seguro para las familias que huyen de la violencia y a trabajar conjuntamente con los gobiernos de los países centroamericanos para abordar las causas fundamentales de los desplazamientos.
“En los últimos años, un creciente número de familias en Centroamérica se han visto obligadas a huir de la violencia extraordinaria e incontrolada, que incluye asesinatos, violaciones, secuestros y el reclutamiento forzoso de menores a las pandillas criminales”.
“Estas familias han estado buscando protección en países de toda la región”.
El llamado del titular de ACNUR se suma a los emitidos por la oficina del Secretario General de la ONU, António Guterres, y el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, quien pidió a Estados Unidos cesar su “inadmisible” política.
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