Teherán.— El accidente aéreo ocurrido el miércoles en Teherán provocó la muerte de 176 personas, en su mayoría iraníes y canadienses, y dejó a familiares y amigos en varios países sumergidos en el luto y el dolor, y generó un esfuerzo internacional para establecer la causa del incidente.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, pidió una “investigación exhaustiva” sobre el desastre con el avión perteneciente a una compañía aérea ucraniana, que se estrelló después de despegar desde la capital iraní.
La catástrofe con el Boeing 737 de la compañía privada Ukraine International Airlines (UIA) ocurrió en un contexto de graves tensiones entre Irán y Estados Unidos, y después del lanzamiento de misiles por parte de Teherán contra bases militares en Irak utilizadas por tropas de la Unión Americana.
Sin embargo, no hay indicios de que estos eventos estén vinculados y el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, advirtió contra cualquier “especulación”.
Cinco fuentes de seguridad, tres estadounidenses, una europea y una canadiense, que pidieron no ser mencionadas, dijeron a Reuters que la evaluación inicial de agencias de inteligencias occidentales era que el avión sufrió fallas técnicas y no fue impactado por un misil.
La investigación se realiza cuando Boeing tiene su flota de 737 MAX con prohibición de vuelo tras dos accidentes en 2018 y 2019.
Entre las víctimas había “una pareja de recién casados, una familia de cuatro personas, una madre y dos hijas, estudiantes brillantes, académicos dedicados”, dijo Trudeau. El ayatolá Alí Jamenei transmitió por Twitter sus “sinceras condolencias” a las familias de las víctimas.
Según la lista de pasajeros para el vuelo, al menos 25 de ellos tenían menos de 18 años. La televisión oficial iraní emitió imágenes del lugar del accidente en las que se ve a los socorristas de la Media Luna Roja.
Estados Unidos pidió “una cooperación total con cualquier investigación sobre las causas”, en una advertencia apenas velada a Irán, puesto que el gobierno apuntó que se negaba a entregar cajas negras al fabricante del avión. “No le daremos las cajas negras al fabricante ni a los estadounidenses”, señaló Ali Abedzadeh, director de la Organización de la Aviación Civil de Irán, citado por la agencia Mehr.
Según la empresa UIA, que suspendió sus vuelos a Teherán, el Boeing 737, construido en 2016, había sido sometido a un control técnico hace dos días.