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San José.— El coronavirus agravó los problemas de la salud reproductiva en América Latina y el Caribe, y estimuló por ende el aborto inseguro.
Un informe del Fondo de Población de la Organización de Naciones Unidas (ONU) reveló que 18 millones de latinoamericanas y caribeñas quedaron sin acceso a métodos anticonceptivos durante la pandemia por Covid-19.
“Por la crisis, los Estados de América Latina y el Caribe no garantizan la compra y la distribución de métodos anticonceptivos, [por lo que seguramente] aumentarán los embarazos no deseados”, dijo la colombiana Carmen Martínez, gerenta regional del Centro de Derechos Reproductivos, organización mundial con oficinas en Colombia.
“Es tremendo. La salud reproductiva está en el punto de menos interés de la agenda pública. Las cifras demoledoras de mujeres sin anticonceptivos tendrán efectos irreversibles en sus vidas”, explicó la especialista Martínez a EL UNIVERSAL.
Agregó: “Los Estados tienen obligaciones que no dejaron de existir por el virus, como la obligación permanente de prestar el servicio de salud reproductiva, sea cual sea, incluyendo el del aborto, sobre la base de la no discriminación como parte del derecho al disfrute del más alto nivel posible de servicio de salud”.
Es urgente, subrayó, garantizar que las mujeres accedan a anticoncepción, anticoncepción oral de emergencia, salud materna de buena calidad, aborto legal y seguro e información cultural, e integralmente adecuada.
El debate resurgió al recordarse el Día de Acción Global por el acceso al Aborto Legal y Seguro. La conmemoración, creada en 1990, busca intensificar la lucha por despenalizar el aborto y evitar que millones de mujeres en todo el mundo sigan muriendo o padeciendo severos problemas de salud por abortos inseguros.
El Covid-19 impactó a profundidad los derechos sexuales y reproductivos de niñas, adolescentes y mujeres adultas y, con énfasis en el aborto, exacerbó las viejas barreras del derecho a la sanidad y a un servicio accesible, disponible, aceptable y de buena calidad.
Una de las dificultades que evidenció la enfermedad es que, aunque en algunas naciones hay instrumentos digitales que permiten la asistencia, a fin de evitar la transmisión del virus, hay millones de mujeres sin acceso a ese mecanismo, con un agravamiento de las brechas socioeconómicas.
Al exponer cálculos mundiales preliminares, el fondo de la ONU aseguró que los abortos inseguros se incrementaron en 2020 10%, con un alza de unos tres millones de abortos inseguros y más de mil muertes maternas adicionales en países con ingresos bajos o medios, como América Latina y el Caribe. De 47 millones de mujeres que podrían perder el acceso a métodos anticonceptivos en la actual emergencia sanitaria, 18 millones son de América Latina y el Caribe, de acuerdo con ese órgano de la ONU.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reafirmó que el aborto inseguro es un problema de salud sumamente grave.
La penalización y no proporcionar anticoncepción de urgencia ni posibilidad de interrupción a menores embarazadas en actos delictivos, las fuerzan a la maternidad y daña su salud física, síquica y emocional y sus opciones de prosperidad, indicó la OPS.
Crecen embarazos precoces
Un informe del Centro aseguró que América Latina y el Caribe es la única zona mundial en la que la tasa de gestación en menores de 15 años aumentó desde 2019, con una mayoría de casos por violaciones frecuentemente por familiares y hombres cercanos.
“La violencia sexual sistemática, junto a un mínimo acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, significa que las mujeres y las niñas en América Latina y el Caribe son forzadas a llevar a término embarazos no deseados”, advirtió el estudio.
Las víctimas quedan “vulnerables a más altos riesgos de mortalidad maternal, ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático y suicidio”, dijo.
Una clasificación de la OPS definió varios tipos: legal e ilegal; inducido, provocado o voluntario; espontáneo o involuntario; completo e incompleto; no complicado o complicado; restrictivo (con excepciones); precoz y tardío, y habitual o recurrente.