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La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de revocar el derecho constitucional al aborto, conocido como Roe vs. Wade, revirtió un precedente legal de 50 años en ese país.
Los magistrados supremos votaron 5 a 4 a favor de derogar la ley que daba acceso a millones de mujeres al aborto y ahora queda en manos de cada estado legislar independientemente sobre el derecho de las mujeres a terminar voluntariamente un embarazo.
Varios estados conservadores ya han aprobado legislaciones muy restrictivas, incluyendo Oklahoma que aplicó una prohibición total desde el momento de concepción, con muy pocas excepciones.
La Corte Suprema, compuesta por nueve magistrados, cuenta con una mayoría conservadora de 6-3, producto de las designaciones logradas por gobiernos republicanos, particularmente el de Donald Trump, bajo cuyo mandato se nombraron tres jueces a ese máximo tribunal.
Siendo esa la composición de la corte, ¿qué posibilidades hay de revertir esta decisión sísmica para la sociedad estadounidense?
Expertos académicos señalaron a BBC News Mundo las diferentes rutas que se podrían tomar, aunque manifestaron que sería un gran desafío lograr que alguna de ellas diera resultado.
El reciente fallo que emitió la Corte Suprema con el que revocó el derecho constitucional al aborto fue en torno a un caso nuevo -el tercero en el último par de años- que tuvo bajo consideración.
Las decisiones de la Corte Suprema son finales. No hay apelaciones. La única manera de que su reciente decisión pueda cambiar es si otro caso tratado en los tribunales inferiores llegara hasta esa máxima instancia y los magistrados tuvieran que emitir otro fallo al respecto.
Nada evita que escuchen un caso nuevo, pero eso implicaría que la Corte Suprema reevalúe una decisión con los mismos magistrados y sus mismas tendencias ideológicas.
"Es muy poco probable que veamos un resultado diferente con esta composición de la Corte Suprema", dijo a la BCC Jessica Waters, decana de estudios de pregrado del Departamento de Justicia, Leyes y Criminología y miembro de la facultad en la Escuela de Asuntos Públicos de la American University, en Washington DC .
"Una decisión diferente implicaría un cambio dramático en la composición de la corte, así que es muy poco probable que veamos un cambio de opinión", declaró.
Cambio de composición de la Corte Suprema
La Corte Suprema cuenta con una mayoría conservadora de 6-3. Un cambio de esa tendencia requeriría que varios de los magistrados conservadores dejaran su cargo.
"Esencialmente se necesitarían por lo menos dos cambios de magistrados conservadores (por centristas o liberarles)", indicó el profesor Frank Ravitch, presidente de Leyes y Religión en la Escuela de Leyes de la Universidad Estatal de Michigan.
La decisión que revocó Roe vs. Wade fue de 5 a 4, porque uno de los jueces conservadores y presidente de la corte, John Roberts, no votó a favor de la opinión mayoritaria, aunque emitió una opinión paralela y coincidente para ratificar una ley del estado de Mississippi que limitaba el alcance de Roe vs. Wade.
Sin embargo, si se volviera a presentar ante la corte un nuevo caso de aborto, Roberts seguramente seguiría al pie de la letra la opinión de sus colegas conservadores, opinó el profesor Ravitch.
Las designaciones de magistrados a ese tribunal son vitalicias. Los jueces en función, particularmente los conservadores, son relativamente jóvenes, así que es muy poco probable que un magistrado conservador abra una vacante que se pueda llenar con otro más liberal.
Además, en caso de que esa remota posibilidad se diera, tendría que suceder bajo el mandato del presidente Joe Biden o un subsiguiente gobierno demócrata que designara magistrados liberales.
Para ambos académicos entrevistados, esa composición de mayoría conservadora no cambiará en el futuro inmediato.
Extensión de la Corte Suprema
"El tamaño de la Corte Suprema no está ordenada por la constitución", dice Frank Ravitch. "El número de magistrados ha cambiado muchas veces, pero no desde el siglo XIX".
El Congreso tendría que autorizar que se añadan más magistrados, un proceso que se llama "court packing" (literalmente: repletar la corte) y así cambiar el sesgo de la Corte Suprema.
Es una iniciativa que ha estado en discusión desde hace algún tiempo, pero la actual configuración del Congreso hace eso muy poco probable.
Los demócratas ostentan la mitad de los escaños en el Senado y la vicepresidenta Kamala Harris tiene el voto de desempate, sin embargo, no son suficientes para evitar el filibusterismo, que es una poderosa estrategia mediante la cual se pueden obstaculizar indefinidamente los procesos legislativos. Para bloquear el filibusterismo se necesitan los votos de 60 senadores.
Pero añadir magistrados no deja de ser riesgoso, afirma. "Si se trata de añadir cuatro magistrados ahora, se abre la puerta a que otro gobierno añada otros cuatro después para inclinar el sesgo".
De todas formas, "hay demasiado mecanismos por los cuales se debe pasar", opina Jessica Waters. "Muchos cambios a nivel federal tanto en el Congreso como en el poder judicial para que eso suceda. La Corte Suprema está compuesta de nueve magistrados desde hace mucho y no hay tendencia de que eso cambie".
Impugnación de las leyes estatales
A pesar de que la ley federal tiene precedente sobre las leyes estatales y ambas leyes pueden existir en paralelo, puede haber conflicto.
Según Waters, en los últimos días se han visto que hay unos estados que han aplazado la implementación del fallo de la Corte Suprema.
"Unos 13 estados tenían leyes en sus libros que vetarían el aborto automáticamente una vez fuera revertida Roe vs. Wade y ya estamos viendo esas leyes siendo impugnadas en algunos estados", declara.
Pero esas medidas no tienen mucha fuerza, porque la Corte Suprema ha dejado muy en claro que los estados pueden restringir o inclusive prohibir del todo los abortos.
"Lo que creo es que esto (el aplazamiento) está dándoles un poco más de tiempo a los estados en lugar de llegar a una conclusión diferente a la de la Corte Suprema", dice la decana de estudios de pregrado de la American University.
Sin embargo, las expectativas son muy bajas. "En 26 estados veremos inmediatamente, o dentro de las próximas dos semanas, prohibiciones totales o casi totales. Sabemos que algunas de esas leyes estatales que se implementaron automáticamente no hacen siquiera excepciones para situaciones como violación o incesto", expresa.
Legislación federal
Podría haber maneras de legislar derechos en torno al aborto y reincorporar Roe vs. Wade como la ley de la nación.
El Congreso tendría que aprobar leyes que codifiquen el derecho a tener acceso amplio a los servicios de aborto en Estados Unidos.
En la actualidad, los que favorecen el aborto no cuentan con los suficientes votos en el Congreso para lograr la aprobación de esas leyes. Pero con las elecciones legislativas de mitad de término, ciertamente hay una posibilidad de una composición diferente en el Senado que implemente cambios en el futuro, sugiere Jessica Waters.
Si en las elecciones legislativas de noviembre se da lo que llaman una "ola azul" (un surgimiento de apoyo a los demócratas), en teoría sería posible tener un Senado que apruebe una legislación a favor del aborto.
El presidente Biden tendría que promulgarlo y él ha dado indicaciones de que lo haría. Esa sería una ruta hacia adelante.
Frank Ravitch, de la Universidad Estatal de Michigan, cree que una reacción a la decisión de la corte de abolir el derecho al aborto, combinada con el reciente fallo a favor del porte armas, podría influir en el resultado de las elecciones legislativas. "Eso tiene muy preocupados a muchos padres suburbanos, a muchas mujeres y a muchos hombres que apoyan la decisión de mujeres para abortar".
Pero todo eso tomará tiempo: que el nuevo Congreso entre en sesión el próximo enero, que se plantee el proyecto de ley, que se apruebe y se vote en ambas cámaras y que luego se promulgue.
Por ahora, señala Jessica Waters, Estados Unidos está entrando en un período en el que la disponibilidad de servicios de aborto dependerá de dónde se viva o cuánto dinero se tenga, para viajar a un estado donde el aborto sea legal. "No veo que eso vaya a cambiar en el futuro cercano", asegura.
"Es más, hay mayor probabilidad que más estados promulguen leyes mucho más severas contra el aborto".
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