En medio del debate por la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), la senadora de Corrientes, Argentina , Ana Claudia Almirón, del Frente de Todos, compartió una dura historia de abuso sexual en su provincia, donde le hicieron un baby shower a una niña violada de 11 años.
Indignada con la falta de políticas por parte de la gobernación, Almirón remarcó en su discurso a favor de la ley que el aborto es una cuestión de salud pública y que "muchos legisladores perdieron el miedo a defender con énfasis" el proyecto.
"Ustedes saben que yo represento a la provincia de Corrientes, provincia que fue declarada Pro-vida en diciembre de 2011. Declaración que ni siquiera pasó por la legislatura provincial. El instrumento elegido, que fue un decreto del Ejecutivo, no es casual, así se toman las decisiones en mi provincia. Decisiones unilaterales que las eligen los hombres, y que las mujeres, los jóvenes y las disidencias no tenemos participación", denunció.
Y continuó: "En nombre de la moral y del conservadurismo se toman esas decisiones. Corrientes no tiene protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) propio, ni adhirió al nacional. Conocimos en septiembre de este año el caso de una niña de 10 años que fue violada por su padrastro. Una niña de Monte Caseros, violada, y que fue madre a los 11 años".
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Además, expuso que la provincia no cuenta con ley de voto joven y agregó: "O sea, los adolescentes de 16 años no están capacitados para elegir a sus gobernantes, pero sí pueden ser madres a los 11. Esa es la realidad de Corrientes".
"A esa niña la despojaron de su infancia y la obligaron a gestar un embarazo. El médico que la atendió en su localidad le habló de las consecuencias de abortar, pero no le habló de las consecuencias de llevar adelante un embarazo en un cuerpo que apenas se estaba desarrollando", dijo y contó que el caso cobró relevancia porque le festejaron un baby shower. "A una niña que fue violada, le hicieron un baby shower", remarcó.
"Tristemente tengo que decir que estos casos en mi provincia son tantos que hasta ya se han naturalizado. Sin implementación de Educación Sexual Integral (ESI), sin la provisión de anticonceptivos, y sin protocolo de ILE, las gurisas correntinas son obligadas a parir a los 10, 11 y 12 años. Y así hago mío un concepto que dijo Pino Solanas: "Eso es lisa y llanamente la idea de la mujer incubadora", concluyó.
agv