Más Información
Comando irrumpe en vivienda de Irapuato y mata a 4 personas que preparaban una posada; es la segunda masacre en menos de 24 horas
Rentería Schazarino ha operado contra CJNG, Viagras y Templarios; es el zar de la seguridad en Sinaloa
Más de 200 niños huérfanos por el crimen organizado en Sonora, disfrutan su posada; "queremos que su Navidad sea más feliz"
Designan a nuevo Secretario de Seguridad en Sinaloa; gobernador agradece apoyo de Sheinbaum y Harfuch
Claudia Sheinbaum pide respeto para Maru Campos; gobernadora anuncia acuerdo para transporte público
Tras denuncias en Infonavit, revelan fraude en Yucatán; resurge caso del Cártel Inmobiliario de los Mañé
Tras nota de EL UNIVERSAL, Senado va por regular venta de drones; darán 40 años a quien los utilice como arma
París.— El balance de la revuelta popular que hace dos años levantó vientos de cambio en Irán bajo el lema “Mujer, Vida, Libertad” es particularmente sombrío, aunque los activistas, encarcelados o en el exilio, se aferran a la esperanza de que no todo ha sido en vano.
Las ejecuciones en gran escala se multiplican, sus autores gozan de impunidad y los familiares de las víctimas son perseguidos por las fuerzas de seguridad de la República Islámica. El movimiento se desencadenó por la muerte en detención el 16 de septiembre de 2022 de Mahsa Amini, una joven kurda iraní de 22 años arrestada por presunto desacato del estricto código indumentario islámico. Los manifestantes denunciaban el uso obligatorio por las mujeres del hiyab.
Las marchas, lideradas por mujeres, duraron meses, pese a una represión implacable que se saldó con 551 muertes y miles de detenciones, según organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Lee también: La Justicia iraní absuelve a las dos periodistas que revelaron el caso de Mahsa Amini
La intensidad de las protestas disminuyó, aunque el gobierno sigue castigando a quienes lo desafiaron. Las ONG denuncian el incremento de ejecuciones por todo tipo de infracciones y lo atribuyen a una voluntad de crear miedo para disuadir cualquier atisbo de descontento.
Desde la prisión de Evin, cerca de Teherán, la nobel de la paz Narges Mohammadi, detenida desde noviembre de 2021, anunció que 34 reclusas se declararon en huelga de hambre “en solidaridad con el pueblo iraní que protesta contra las políticas opresivas del gobierno”.
Según Human Rights Watch (HRW), los familiares de personas asesinadas, ejecutadas o detenidas en las protestas son objeto de amenazas, acoso e incluso encarceladas bajo falsas acusaciones.
Lee también: Irán prohíbe a la familia de Mahsa Amini viajar para recibir premio de derechos humanos de la UE