Un grupo independiente de siete extremistas, liderados por Ramzi Ahmed Yousef, aparcó el 26 de febrero de 1993 una furgoneta en el garaje subterráneo de la Torre Norte del WTC, con la intención de matar a miles de personas.
Yousef recibió ayuda financiera de su tío materno Khalid Sheikh Mohammed, cargo importante de Al-Qaeda.
Algunos de los miembros de la célula se entrenaron con un integrante del grupo terrorista en Nueva York y se habían radicalizado con Omar Abdel-Rahman, un líder espiritual yihadista conocido como el Jeque Ciego y relacionado con Osama bin Laden.
La explosión en el garaje, a las 12:18 pm, arrasó varias plantas e incluso quienes trabajaban en pisos más altos sintieron el impacto. Fallecieron seis personas y resultaron heridas más de mil. Más de 50 mil, que estaban en las Torres Gemelas, fueron desalojadas. La bomba estaba fabricada con casi 600 kilos de varios materiales.
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Los que estaban en la zona huyeron a oscuras de las Torres Gemelas, algunos abriéndose camino por las escaleras repletas de humo, y otros fueron rescatados de los elevadores fuera de servicio o recogidos del techo por helicópteros de la policía. Algunos quedaron atrapados hasta 12 horas en los elevadores.
“No estaba preparado para lo que me esperaba en el lobby: el humo era tan negro que incluso con una linterna no se veía más allá de unos pocos metros”, señaló el entonces jefe de bomberos Donald Burns.
A las víctimas se les sacaba a través de una cadena humana.
“El atentado contra el WTC fue un suceso de gran envergadura, el mayor incidente al que se enfrentó jamás el cuerpo de bomberos de Nueva York en sus 128 años de historia”, escribió el también jefe de bomberos Anthony Fusco.
La detonación dejó un cráter de 30 metros de diámetro y 60 de profundidad, y 1.8 toneladas de escombros. Los planes de los terroristas eran derribar las dos torres y provocar así miles de muertos.
La primera pista que encontró el FBI fue un número de identificación del vehículo que había intentado ser borrado previamente. Dos de las piezas mostraban un número de identificación del vehículo (VIN), que los investigadores rastrearon hasta una camioneta que había sido reportada como robada el día anterior al ataque en una agencia de alquiler en Jersey City, Nueva Jersey.
Se detuvo a cuatro de los sospechosos: Mohammad Salameh (quien alquiló la camioneta), Nidal Ayyad, Mahmud Abouhalima y Ahmed Ajaj.
Los cuatro fueron juzgados, declarados culpables y condenados a cadena perpetua. Los investigadores interrogaron a otro sospechoso, Abdul Yasin, pero lo liberaron por falta de pruebas; luego huyó del país a Irak y nunca ha sido capturado.
Se encontró el apartamento donde se construyó la bomba y el casillero de almacenamiento donde estaban los distintos productos químicos utilizados, entre ellos gas cianuro, muy inestable. La célula fue desarticulada en pocos meses, pero Yousef, autor de la idea del atentado, había desaparecido; fue detenido dos años después en Paquistán.
Yousef llevaba planeando el atentado dos años e incluso después del intento en el WTC y poco antes de ser detenido, el 11 de diciembre de 1994, colocó una bomba en el vuelo 434 de Philippine Airlines que acabó con la vida de una persona e hirió a 10 porque, afortunadamente, se pudo hacer un aterrizaje de emergencia. Yousef, quien contó con financiación de Al-Qaeda, que dirigía Bin Laden, fue condenado a 240 años de cárcel; se encuentra recluido en la prisión de alta seguridad Supermax ADX Florence en Florence, Colorado.
En el juicio en el que fue sentenciado a cadena perpetua manifestó: “Sí, soy un terrorista y estoy orgulloso de ello”.
Khalid Sheikh Mohammed, tío de Yousef, es considerado el autor intelectual del 11-S y fue quien se lo planteó a Bin Laden en 1996.
Omar Abdel-Rahman, más conocido como el Jeque Ciego, era una figura clave para el movimiento yihadista global. Se instaló en EU y desde ahí ejercía su liderazgo e influencia. Varios de los detenidos estaban conectados a la misma mezquita, dirigidos por el clérigo extremista.
Luego de ser detenido y cumplir cadena perpetua por planear el atentado contra el World Trade Center de 1993 y otros ataques en Nueva York, murió en prisión en 2017.
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