Este martes, , hijo del presidente , fue declarado culpable de posesión ilegal de arma de fuego, un juicio histórico por ser el primero al hijo de un mandatario en activo. Sin embargo, lo cierto es que la de 2024 se ha convertido en una campaña atípica en Estados Unidos, rodeada por líos judiciales.

El veredicto de culpabilidad de Hunter, por haber adquirido un arma con engaños, al no decir en su declaración que era consumidor de drogas, afecta indirectamente a la campaña de Biden, quien busca la reelección en noviembre y cuya popularidad está en mínimos.

Aunque el principal cuestionamiento del electorado a Biden es su edad (tiene 81 años), Hunter se ha convertido también en un tema de campaña, con los republicanos insistiendo, sin pruebas, en que Hunter incurrió en corrupción y abuso de poder, al aprovechar la época en que Joe Biden era vicepresidente para hacer negocios.

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El veredicto de este martes, por el que Hunter podría ser sentenciado hasta a 25 años de prisión, golpea la reputación de Biden, a la vez que representa un duro golpe emocional para un hombre que perdió ya a su primera esposa, a una hija y a su hijo mayor, para ahora ver condenado a su hijo menor.

Al menos no es el propio el que enfrenta un juicio -los intentos de los republicanos por someterlo a juicio de destitución por supuesto abuso de poder han sido un fracaso-, como sí lo enfrenta su rival, el republicano .

Los líos judiciales de Trump

De hecho, el veredicto contra Hunter se da apenas días después de que Trump fuera declarado culpable en el juicio que se lleva a cabo en Nueva York en su contra por falsificación de registros comerciales. En otras palabras, un jurado lo halló culpable de 34 cargos relacionados con el pago que hizo en 2016 a la exactriz porno para impedir que ella revelara una supuesta relación sexual que mantuvo con él, y que disfrazó como gastos de campaña.

Según la fiscalía, Trump buscó evitar, con ese pago, que el escándalo por su presunta infidelidad afectara su campaña presidencial de entonces, que lo llevó a la Casa Blanca.

Trump se convirtió así en el primer expresidente condenado por un delito penal, y podría cumplir una pena de prisión, aunque al igual que en el caso de Hunter Biden, es probable que no pise la cárcel, considerando que ambos no tienen historial delictivo, hasta ahora.

El magnate tiene además otros tres casos pendientes con la justicia, que también podrían enviarlo a prisión:

1) Mal uso de documentos clasificados, por haberse llevado de la Casa Blanca materiales clasificados a su residencia de Mar-a-Lago cuando dejó la presidencia, y haberse negado a entregarlos, hasta que el FBI entró a la residencia para llevárselos. A pesar de que la ley dice lo contrario, Trump afirma que no hizo algo malo.

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Biden también fue acusado por habérsele encontrado documentos de cuando era vicepresidente pero, a diferencia de Trump, cooperó desde el principio y no los presumió ni mostró, como sí hizo Trump, de acuerdo con testigos.

2) Intento de revertir los resultados electorales. Se trata de la acusación más grave en contra de Trump y está relacionada con el asalto al Capitolio, el 6 de enero de 2021, cuando una multitud, arengada por el republicano, que entonces era mandatario, irrumpió en el recinto para tratar de evitar la certificación de la victoria de Biden en las elecciones 2020.

3) Relacionado con el cargo anterior, Trump enfrenta también juicio por intento de revertir los resultados electorales en Georgia. En este caso, se le acusa de haber tratado de influir en las autoridades electorales para evitar que le dieran el triunfo a Biden, quien ganó en ese estado.

El caso de Georgia está en suspenso, a la espera de que la Corte Suprema determine si Trump goza de inmunidad como expresidente para ser juzgado.

Todos estos elementos hacen de la de 2024 una campaña atípica, en la que podría presentarse el escenario de que un candidato (Trump) tuviera que hacer campaña desde prisión. Incluso, no queda descartado que gane la presidencia a pesar de quedar preso, algo que la ley no prohíbe, aunque dado que no ha habido un caso así en la historia, quedaría por ver cómo podría funcionar.

Si Trump gana las elecciones del 5 de noviembre, podría otorgarse el perdón en 3 de los casos, pero no en el de Nueva York, por tratarse de un delito estatal.



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