En su discurso en Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) en Glasgow, Simon Kofe, ministro de Relaciones Exteriores de Tuvalu, una nación isleña del Pacífico, vestido de traje y frente a un atril, se sumergió en el mar para demostrar cómo el aumento del nivel de los océanos y la acelerada crisis climática amenazan a su país.
"No nos quedaremos de brazos cruzados", enfatizó Kofe, "mientras el agua sube a nuestro alrededor".
La impactante imagen y sus palabras me hicieron recordar una historia de comunidades amenazadas por las olas del aterrador cuadro de Jan Asselijn, "The Breach of the Saint Anthony's Dike near Amsterdam" (La brecha del dique de San Antonio cerca de Amsterdam).
La pintura reconstruye la catastrófica marea que golpeó la costa holandesa en la madrugada del 5 de marzo de 1651.
Y también se puede comparar con la obra "The Flood" (La inundación) de 2011 del artista digital alemán Kota Ezawa, que está inspirada en imágenes de los medios de comunicación de vecindarios que se hunden en el sur profundo de Estados Unidos.
Un ingenioso tuit que busca encontrar (irónicamente) el origen de la prueba de flujo lateral (exámenes rápidos de covid) se volvió viral en las redes sociales en noviembre.
La publicación muestra un grupo de esculturas de la villa de Tiberio en Sperlonga, Italia, del siglo I, que retrata el cegamiento del cíclope Polifemo.
Según la leyenda, Ulises finalmente logra controlar a Polifemo (que se había comido a varias parejas del séquito del héroe épico) con vino "sin diluir" antes de perforar su único ojo con una lanza afilada.
Cualquiera que se haya autoadministrado la prueba de flujo lateral y accidentalmente sondeó un poco más profundo de lo que requería, puede sentir que Polifemo tuvo mejor suerte.
Cuando los talibanes entraron en la capital afgana, Kabul, el 15 de agosto, un avión de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, con destino a Qatar, se convirtió en la última esperanza de evacuación de la ciudad para muchos afganos.
Las fotos de cientos de personas desesperadas en el avión C-17 Globemaster III se encuentran entre las más dramáticas capturadas este año.
La aglomeración (estimada entre 640 y 830 adultos y niños) se puede comparar a la visión claustrofóbica de la reciente escultura "Angels Unawares"(Ángeles desprevenidos) del artista canadiense Timothy Schmalz -un barco de bronce de unos 6 metros de altura repleto de almas desplazadas.
Un par de astronautas caminan vestidos con trajes espaciales durante una misión de entrenamiento para Marte en el cráter Ramón en el desierto de Negev en Israel.
Este sitio sirvió como retiro surrealista para seis astronautas de Austria, Alemania, Israel, Holanda, Portugal y España, porque se aproxima a las condiciones que enfrentarán en Marte.
Las fotos no parecían retratar un sitio en nuestro propio sistema solar, sino un paisaje solitario y luminoso en otro lugar metafísico como los imaginados por el artista francés Yves Tanguy.
Durante la COP26 en noviembre pasado, activistas del grupo Ocean Rebellion se manifestaron frente a refinerías y centros petroquímicos en Grangemouth, Escocia.
Autodenominados "Oil Heads" (Cabezas de petróleo), los manifestantes usaron jarras o bidones de plástico para transportar gasolina como máscaras mientras escupían combustible y arrojaban dinero falso para satirizar el comportamiento de los inversores y políticos que, según afirman, actúan con demasiada lentitud en su promesa de acabar con la deforestación para 2030.
La imagen visceralmente efectiva recuerda un leitmotiv en las obras de arte contemporáneo de artistas que llaman la atención sobre el impacto del hombre en el medio ambiente.
Como por ejemplo el óleo O"Oil Pool" (piscina de petróleo) de la serie de 1970 del fallecido artista japonés Noriyuki Haraguchi, hasta el más reciente "Oil Spills" (Derrames de petróleo) de 2006, de Ai Weiwei.
En enero, una mujer fue fotografiada lanzándose desde un pedestal de hielo hacia un lago helado en Shenyang, en la provincia de Liaoning, en el noreste de China.
En la foto, ella permanece para siempre suspendida. La horizontalidad heroica de su cuerpo rima con el tramo mesurado del camino nevado.
La severidad del entorno y la incomodidad que le espera a la nadadora hacen que su caída sea tan inconcebible como la de una similar hacia una calle desde una cornisa urbana, una hazaña que el artista francés Yves Klein afirmó haber hecho desde una ventana parisina en 1960 y que llamó "Leap into de void" (Salto al vacío).
En la escalada más sangrienta del conflicto entre israelíes y palestinos desde 2014, los ataques aéreos desatados por el primero (en represalia por un cohete disparado por Hamas) destruyeron la casa de una niña en Beit Hanoun, Gaza, el 24 de mayo.
La imagen de la niña, descalza entre escombros, mirando su horizonte destrozado, es desgarradora.
La incongruencia de un conejito de peluche en su mano que mira al mundo al revés recuerda la pintura de 2003 "War" la pintura de 2003 "War" (Guerra), de la artista británica Paula Rego, que a su vez se basa en una foto publicada por la prensa de una niña tomada durante la guerra de Irak.
En la cruda visión de Rego, el conejo, convencionalmente un símbolo de inocencia y renacimiento en la historia del arte, se transforma de manera conmovedora en una máscara amenazante de angustia.
La foto de un grotesco glaciar de basura que obstruye el río Lim cerca de la ciudad de Priboj en Serbia es asombrosamente sombría.
La contradicción de los escombros en un paisaje prístino recuerda la inquietante visión del artista cubano Tomás Sánchez, quien reinventó el lugar de la crucifixión de Cristo fuera de Jerusalén en su pintura de 1994, "Al sur del Calvario".
Con un paisaje de basura sin reciclar, la pintura de Sánchez sugiere que la salvación es tanto un trabajo material a través del lodo mundano como un arduo viaje espiritual.
Un niño de 8 años mendiga en las calles de Depok, Indonesia. Su piel está cubierta por una mezcla tóxica de pintura metálica y aceite de cocina que transforma su cuerpo en una especie de escultura.
Aldi forma parte de un grupo conocido como "Manusia Silver" (hombres de plata) que recurren a este peligroso disfraz para atraer limosnas.
Su imagen resplandeciente en medio de un flujo del tráfico en una calle congestionada de la ciudad es conmovedora.
Para muchos niños de su edad, los robots son talismanes maravillosos, un tema que aborda la foto mejorada con tinta y agua"Wonder Boy" Wonder Boy" (Niño maravilloso) de 1971, del artista escocés Eduardo Paolozzi, que imagina a un niño fusionándose con la magia de su robot de juguete.
En la foto de Paolozzi, los dos se disuelven en la misma sustancia reluciente. La imagen de Aldi, sin embargo, trastorna trágicamente su infancia.
Las fotos de partidarios de Donald Trump enfrentándose violentamente con la policía del Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero conmocionaron al mundo.
Los intrusos pro-Trump protestaban por la certificación de Joe Biden como presidente electo.
A algunos puede sorprender que la imagen de los estadounidenses luchando sea parte de la estructura misma de ese espacio.
En los murales de esa misma sala, detrás del autor de la foto, una escultura en relieve de arenisca del escultor italiano del siglo XVIII Enrico Causici representa al colonizador Daniel Boone envuelto en un combate cuerpo a cuerpo con un nativo americano. El cuerpo encogido de otro yace bajo sus pies.
Es probable que los méritos de la obra, estéticos y morales, provoquen una opinión polarizada en estos días como así también los acontecimientos del 6 de enero.
Cuando un colosal buque de carga se atascó en el Canal de Suez de Egipto en marzo de 2021, el mundo y el tráfico marítimo global, se detuvieron.
Viajando desde China a los Países Bajos, el buque Ever Given llevaba 20.000 contenedores cuando se atascó cerca del extremo sur del canal el 23 de marzo.
Las fotos de una diminuta excavadora que intentaba liberar el enorme buque inspiraron muchos y divertidos memes que a su vez recuerdan famosas y ridículas imágenes en miniatura, como la ilustración al estilo "David vs Goliat" del siglo XV del B"Book of hours" (Libro de Horas) de un iluminador flamenco anónimo conocido como "The Master of the Dresden Prayer Book"Book of hours"Book of hours" (Libro de Horas) de un iluminador flamenco anónimo conocido como "The Master of the Dresden Prayer Book" (El Maestro del Libro de Oraciones de Dresde).
En noviembre se conocieron los ganadores del concurso Fotógrafo ambiental de 2021.
En la categoría de Acción Climática, se destacó una foto de un niño con una mascarilla de oxígeno y conectado a un respirador, cuya fuente de alimentación es una planta en una maceta a su lado.
Se trata de un poderoso análisis sobre las consecuencias del daño ambiental. "The Last Breath" (El último aliento) de Kevin Ochieng Onyango fue fotografiado en Nairobi, Kenia.
La imagen no solo mira hacia nuestro futuro incierto, sino también hacia la historia del arte, con obras influyentes del pasado.
La fragilidad y la preciosidad de la respiración recuerdan la obra maestra de Joseph Wright de Derby del siglo XVIII "Experiment on a Bird in an Air Pump"(Experimento con un pájaro en una bomba de aire) que fue realizada tras el descubrimiento de oxígeno por Joseph Priestley.
La foto de los bomberos franceses levantando una manta ignífuga para proteger uno de los muchos tesoros de la catedral de Saint-Andre durante un simulacro de incendio en Burdeos, Francia, en octubre, es en sí misma una obra de arte.
La pintura fue creada por el maestro flamenco del siglo XVII Jacob Jordaens y representa a un Cristo crucificado agonizante siendo lastimado por largas lanzas con esponjas empapadas en vinagre, en una penumbra cada vez más espesa.
Las escaleras a los costados del lienzo se alinean con los troncos de ascenso y descenso representados en la pintura, y transforman la obra en una visión que no es del todo real ni imaginaria.
Los troncos nos conectan con el pasado y a la tradición de muchas obras cuyos niveles de significado se miden a lo largo de las escaleras ascendentes.
Una comparación es la llamada "Ladder of Divine Ascent" (Escalera del Divino Ascenso, un ícono de finales del siglo XII en el Monasterio de Santa Catalina, Monte Sinaí), que retrata a los monjes subiendo hacia Jesús.
Otra es de la artista francoamericana Louise Bourgeois y su serie de dibujos "The Stairs" (Las escaleras), a través de la cual construye un símbolo personal ambiguo, entre precario y positivo.
En julio, una foto mostraba a un grupo de niños parados bajo un árbol envueltos en niebla en el lugar de un futuro campamento para refugiados eritreos, cerca de la aldea de Dabat, al noreste de la ciudad de Gondar, Etiopía.
El refugio viviente creado por las hojas y su música imaginada como un susurro me hizo acordar a los Árboles de la vida, un tema que ha inspirado desde los antiguos urartianos, para quienes el árbol representaba un importante emblema religioso, como también al artista vienés Gustav Klimt, que enrolla las ramas de su poético "Árbol de la vida" en espirales simbólicos, con un motor espiritual que zumba hacia la eternidad.
Para celebrar la aplicación en India de la milmillonésima dosis de vacuna contra la covid, cuatro miembros del personal de enfermería del Hospital Ramaiah en Bangalore posaron en octubre imitando a la diosa Durga, que normalmente se representa con muchos brazos, cada uno empuñando un arma con la que derrota hábilmente a sus enemigos.
No es la primera vez que se invoca a Durga, una deidad hindú importante a la que se le atribuye la lucha contra las fuerzas del mal, durante la pandemia.
Un año antes, en octubre de 2020, se volvieron virales imágenes de una escultura de dos metros de Durga, que el artista indio Sanjib Basak había creado con inyecciones descartables y blísteres de tiras medicinales vencidas.
Creada con un montón de desechos hospitalarios -la basura de la incomodidad y la enfermedad- la escultura de Basak terminó transformándose en una obra esperanzadora frente a la angustia y la adversidad.