Se dice que a los futbolistas, y más a los de la Selección Mexicana , les hace falta autocrítica. No es el caso de Francisco Guillermo Ochoa Magaña. Nada de decir “seremos campeones del mundo”. Nada de emplear frases como “pensemos cosas chin...”.
El portero del América , que va por su quinto Mundial (tercero jugando), pide poner los pies en el suelo y, aunque es de los pocos jugadores que puede volar, señala: “Seamos conscientes, no somos favoritos en el Grupo, ni en el Mundial”, justo a dos meses del debut, contra Polonia.
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México comparte el sector C con Argentina, candidata a pelear por el título del mundo, Polonia, que tiene al mejor delantero en la actualidad, y Arabia Saudita, que jugará como local por la cercanía con Qatar . “¿Cómo llegamos al Mundial? Muy sencillo: sin vernos más de lo que somos el día de hoy”, asegura el arquero.
Ochoa describe así el momento del Tricolor : “Somos una Selección a la que siempre nos han tocado Grupos difíciles y ahora México tiene que ser la sorpresa”. Y señala: “No somos favoritos, ni del Grupo ni del Mundial. México tiene que dar la campanada y ser el Caballo Negro. Vamos a pelear, sí. Hay que tener esa claridad de que somos una Selección que ha llegado históricamente a las siguientes fases y, una vez que estemos ahí, tratar de dar la campanada e ilusionarnos, pero eso es ir paso a paso”.
Hoy, la Selección Mexicana debe concentrarse en prepararse lo mejor que pueda. “Tener un poco de tiempo no siempre ayuda. Es un lapso que no es fácil, porque vienen compañeros desde Europa, vienen con nueve horas de diferencia, y a veces necesitas una hora por día para recuperarte, porque cambia todo con el sueño, la alimentación”, subraya. Obstáculos que deberán sortearse para mutar en un combinado protagonista; claro, sin escapar de la realidad.
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