Texto: Carlos Villasana y Ruth Gómez
Fotografía actual: Google Maps
Diseño web: Miguel Ángel Garnica
Una escena cotidiana de la capital es ver a cientos de personas caminar con los audífonos puestos , van entre las calles y el transporte de su preferencia seleccionado las canciones que acompañarán sus pasos, logrando así aislarse temporalmente de una de las características más abrumadoras y, quizás, subestimadas de la ciudad: sus sonidos.
Entre los más recordados últimamente está el de la alerta sísmica - causando una infinidad de emociones -; el pitido del metro, el conteo de los semáforos, las sirenas de los servicios de seguridad y emergencia. Sin embargo, hay otros sonidos que nos permiten saber que estamos en uno de los países con más color del mundo: los de los pregoneros, cuyos rítmicos anuncios se han ganado un lugar en la memoria de quienes viven o visitan la ciudad.
Este personaje tiene su origen en la época colonial, ya que el “ pregonar ” era una función pública -literal y administrativamente- en la que se daban a conocer las medidas que tomaría el Ayuntamiento de la capital en cuestión de leyes, comercio, impuestos, entre otros, y que debían obedecerse. Luis Reed Torres dice que se puede considerar al “pregonero” como el antecesor del periodista ya que ante la vista del pueblo, él “ constituía ya una fuente de conocimiento e información ”.
Liliana Jamaica, investigadora de la ENAH , encontró en el texto de Ramón García Mateos “Pregones y pregoneros en la literatura”, que existe una diferencia entre pregón y pregonero: “pregón es la promulgación de alguna cosa que conviene se publique y venga a noticia de todos, y pregonero es el oficial público que en alta voz da los pregones”.
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![Los pregoneros de la ciudad](https://www.eluniversal.com.mx/resizer/v2/S2HKU7ZMQJHLTHI6SDJM5APSKY.jpg?auth=&smart=true&width=441&height=288)
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Otra de las anécdotas que llaman la atención es la de las vendedoras de patos en los alrededores de la Merced y Salto del Agua. Las “pateras”, mote por el que eran conocidas, gritaban entre las calles “¡Pato cocido!, ¡Tortillas con chile!” mientras esperaban que sus platillos fueran comprados por colegas vendedores o por transeúntes que estaban en la zona.
Se dice que casi siempre, cuando todas habían terminado de vender los patos con los que habían salido por la mañana, se retiraban a su casa entre nueve y diez de la noche, no sin antes llegar al punto de encuentro que habían fijado por su seguridad: “las pobres mujeres andariegas arriaban a la capital a temprana hora desde Cuautitlán, Zumpango y Texcoco, con su preciada carga de patos en apretados “manojos”, pero con el “ceñidor” bien repleto de monedas”.
En la actualidad es cada vez más común ver a los pregoneros de mercancía - como quienes venden dulces, comida o alguna artesanía- transportando su mercancía en carretas o en ingeniosos carritos que van decorados muy ad hoc al producto que ofrecen.
También están los diversos automóviles que a lado del perifoneo anuncian la venta de pan, tamales, bisquets, tortilla. Liliana Jamaica pregunta que quién “no ha escuchado por las calles el típico: “Se compran, colchones, refrigeradores, zapatos, o algo de ropa usada que vendan”, o al señor en bicicleta - muchas acompañado de alguna campana- gritando: “El pan”; cómo olvidar el sonido del afilador de cuchillos, el vendedor de leche, o el típico repique del metal empleado por el vendedor de obleas, y qué decir de las campanitas del vendedor de helados, entre otros”.
Sin duda, los pregoneros se han convertido en personajes que acompañan a la vida social de los capitalinos, que independientemente del producto que vendan - artesanía, dulces o aparatos tecnológicos- o el servicio que ofrezcan hacen de la ciudad un destino turístico inolvidable.
La fotografía principal se observa a diversos vendedores a inicios del siglo XX en alguna calle de la Ciudad de México . Colección Villasana-Torres.
En nuestra foto comparativa se observa a vendedores de hojas de tamal principios del siglo XIX cerca de una de las antiguas fuentes de la capital. Colección Villasana - Torres.
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Comparativa de camiones recolectores de basura. En la foto antigua, trabajadores del departamento de limpia del D.D.F., alrededor de 1970. Colección Villasana - Torres.
Fotografía antigua: Colección Villasana - Torres.
Fuentes: Luis Reed Torres, María del Carmen Ruiz Castañeda, “El Periodismo en México. 500 años de Historia”. Jamaica Silva, Liliana “Todos los escuchan pero poco se sabe de ellos: pregones y expresiones sonoras empleadas en la venta de productos”, ENAH