Texto: Carlos Villasana y Ruth Gómez.
Fotografía actual: Darío Campos Cervera
Diseño web: Miguel Ángel Garnica.
Al interior del Bosque de Chapultepec , primera sección, hay un par de edificios que llaman la atención por la forma de su construcción: la entrada al Colegio Militar y la Antigua Casa de Guardias del Castillo de Chapultepec.
La primera se encuentra cercana cerca del acceso de Avenida Chapultepec y Circuito Interior, el naranja del material que la integra contrasta con el verde y la tonalidad ocre de la naturaleza. Hace un par de años el edificio estaba cerrado al público, con rejas que lo flanqueaban de ambas partes, hoy alberga el nuevo Museo de Sitio y el Centro de Visitantes del Bosque de Chapultepec.
Postal de principios del siglo XX del fotógrafo Guillermo Kahlo. Colección Villasana - Torres.
Pudiera parecer pequeño si se compara con otro museo de la ciudad, pero en sus dos salas se logró sintetizar la historia del pulmón más importante de la capital. Con la apertura del Museo de Sitio se pretende dar a conocer la importancia histórica del Bosque de Chapultepec . Inicia con su periodo prehispánico, pasa por lo virreinal, su expansión a la llegada del Porfiriato, los cambios profundos en el siglo XX y cómo se ha logrado posicionar en la vida cotidiana de quienes habitan y transitan la capital. Asimismo, enfatiza la obligación de todos los usuarios de cuidar del Bosque , tanto por su flora y fauna como por los recintos históricos o culturales que contiene, vitales para la identidad del mexicano.
En sus muros se reprodujeron frases de cronistas que hablaban sobre el Bosque , como la de Manuel José Othón: “¡El himno de los bosques! Lo acompaña con su apacible susurrar el viento, el coro de las aves con su acento, con su rumor eterno de la montaña”, a un lado se observa una foto de un amplio camellón al interior del Bosque donde podían transitar automóviles.
También se puede leer la perspectiva de Bernardo de Balbuena sobre las inmediaciones: “Recreaciones de gusto en que ocuparse, de fiestas y regalos mil maneras para engañar cuidados y engañarse: conversaciones, juegos, burlas, veras, convites, golosinas infinitas, huertas, jardines, cazas, bosques , fieras; aparatos, grandezas exquisitas, juntas, saraos, conciertos agradables, música, pasatiempos y visitas....”
Interior del Museo de Sitio y Centro de Visitantes del Bosque de Chapultepec.
Otra de las construcciones es la Antigua Casa de Guardias del Castillo de Chapultepec , edificada hacia 1898, a la par del Colegio Militar. Por décadas fungió como la Casa de los Espejos, donde familias enteras se divertían mientras observaban sus cuerpos estirándose o compactándose.
En la actualidad es un sitio para exposiciones fotográficas: “Luego de una intervención integral que se realizó durante distintas temporadas, entre 2006 y 2007, el recinto que se encuentra al pie del Cerro de Chapultepec albergará una serie de muestras temporales —principalmente fotográficas— y que dan comienzo con la titulada Vistas y paseos por el Bosque de Chapultepec (1860-1930)”, se explica en la página oficial del Bosque.
A unos metros de este complejo, se encontraba la familia Enríquez esperando al famoso tren que sube al Castillo de Chapultepec. Olga, la madre, y su esposo Vicente contaron para EL UNIVERSAL que cuando sus hijos eran pequeños solían llevarlos a la Casa de los Espejos: “a veces veníamos hasta con nuestros sobrinos, porque a veces nuestros hermanos tenían que trabajar los fines de semana y nos traíamos a sus hijos”.
Para ella lo más divertido eran las caras que ponían los pequeños cuando se veían transformados: “cuando son niños se sorprenden con todo, lo difícil es que esa sorpresa se mantenga después de un tiempo”. Valeria, su hija mayor, sólo recuerda un pequeño laberinto.
Los sobrinos de menor edad comentaron que habían ido con sus padres a la nueva Casa de los Espejos en el otro extremo del Bosque de Chapultepec , cuyo nombre oficial es Casa de los Espejos y Laberinto de Cristal: “muy divertido porque te ves raro o muy alto o muy chaparro”. Además, tienen un cuarto donde hay espejos de colores (un pequeño marco alrededor) y luces.
Antigua Casa de Guardias al interior del Bosque de Chapultepec. Colección Villasana - Torres.
El sitio fue reinaugurado por Alfonso De María y Campos en 2008, quien en ese entonces comentó: “una de las tantas anécdotas que encierra este lugar y que se dio en el periodo revolucionario, es la que refiere la matanza de varios animales por parte de pobladores de la ciudad, quienes desesperados por el desabasto de alimentos, asaltaron las jaulas del zoológico para saciar su hambre”.
Nuestra fotografía principal retrata la antigua entrada al Colegio Militar vista desde Avenida Chapultepec a inicios del siglo XX. La comparativa antigua es del mismo sitio en otro ángulo pero en 1976. Ambas son de la Colección Villasana - Torres.
Fuente: Bosque de Chapultepec.
Fotografía antigua: Colección Villasana - Torres.