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Texto: Carlos Villasana y Ruth Gómez
Fotografía actual:
Elisa Villa Román y Juan Carlos Cuevas Galeana
Diseño web:
Miguel Ángel Garnica
La nostalgia juega un papel muy importante al coleccionar objetos , ya sea por los recuerdos particulares de quien los colecciona debido a que estos se suelen relacionar con una época en específico, por alguna emoción que nació de la familia -o de algún ser querido-, por la profesión o simplemente por el valor estético y comercial que pueden llegar a tener.
A pesar de que las colecciones se componen de cualquier “cosa”, toma tiempo en que una persona se vuelva especialista en el tema, que pueda distinguir entre un objeto valioso y por ende, saber determinar cuándo es momento de invertir en una compra y cuando no.
El Sistema de Transporte Colectivo Metro y todo lo que lo integra, ha llamado el interés de cientos de coleccionistas en el país y, estando a unos meses de conmemorar su cincuenta aniversario, Mochilazo en el Tiempo se acercó a unos cuantos para que nos contaran el cómo nació su pasión por los boletos , libros , tarjetas , propaganda o demás souvenirs que ha sido parte de la vida de la coloquialmente conocida como “limusina naranja”.
El presidente Gustavo Díaz Ordaz introduce un boleto del Metro el día de la inauguración de este transporte colectivo, el 4 de septiembre de 1969.
Alfonso González Alvarado es un coleccionista que coordina al grupo de Facebook “Coleccionistas de Boletos del Metro México D.F” que cuenta con mil 805 integrantes. Recuerda que desde los 5 años de edad le gustaba ver los trenes del Metro, toda su infraestructura y le causaba curiosidad comprender cómo funcionaba el sistema en general: “algo que igual y es normal en todos los niños, pero después de un tiempo, ya más grande, la afición regresó al saber que mi novia coleccionaba los boletos del Metro y aunque al principio los compraba para ayudarle a coleccionar los boletos yo poco a poco fui formando mi propia colección”. Misma que en la actualidad llega a unas 400 piezas entre boletos, tarjetas y folletos.
Álbum de Alfonso González Alvarado que tiene al menos 400 piezas entre boletos, tarjetas y folletos.
A raíz de su relación, Alfonso comenzó a conocer gente por Internet para saber cómo obtener boletos -le hacía regalos de cumpleaños o por detalle a su novia- y por casualidad, en el buscador de Facebook, salieron páginas de coleccionistas y se integró a “Coleccionistas de Boletos del Metro México D.F.” en el que conoció a muchas personas con igual afición.
A todos los entrevistados se les preguntó cuál era su “Santo Grial” -lo más valioso- de su colección; Alfonso nos explicó que, como coleccionista de boletos y al mismo tiempo como aficionado al Metro que es, para él hay tres objetos de suma importancia: el boleto llamado "Juárez Blanco" , el boleto denominado como "Salmón” que tiene el fondo blanco y los logotipos del STC en tonos rosados y, por último, un tren de plástico que incluía edificios y una pequeña estación.
Cuando empezó con su colección, su familia lo cuestionaba mucho ya que invertía demasiado dinero en comprar boletos y era “un loco” por guardarlos y no utilizarlos para viajar ; idea que cambió con el paso del tiempo y recibió el apoyo e, incluso, contagió de su emoción a su hermano menor, quien también colecciona.
Algunas de sus experiencias favoritas en el mundo del coleccionismo han sido cuando pudo visitar el Puesto Central de Control del SCT Metro hace unos años y al conseguir boletos "difíciles", ya sea por intercambio con gente del grupo o en tianguis o sitios de venta de antigüedades.
“En el grupo ´Coleccionistas de Boletos del Metro México D.F.´ no manejamos el comercio, es decir, que toda obtención de boletos es a través de intercambios o donaciones ; sin embargo, si he sabido de otras comunidades o plataformas como Mercado Libre o Ebay donde sí se han llegado a realizar tanto el comercio como la subasta de boletos, tarjetas o cualquier objeto de memorabilia”, explicó.
Para Alfonso, el STC Metro es el transporte que la ciudad necesita para su día a día “un día sin él sería el acabose total”, sentenció, ya que el resto de los transportes son insuficientes para la cantidad de gente que vive en la capital. Nos compartió que desde su punto de vista, el Metro requiere de un mantenimiento digno en las estaciones , a los sistemas electrónicos porque “no es posible que de acuerdo a noticias recientes, los nuevos trenes no puedan circular adecuadamente porque sus pilotajes automáticos no son compatibles con los sistemas arcaicos del STC, o que inclusive, las subestaciones eléctricas o la infraestructura de las estaciones no haya recibido dicho mantenimiento desde su construcción”.
Asimismo piensa que, de ser viable, es crucial ampliar la red de servicio para que se dé abasto y mejore la calidad de vida de los capitalinos; se debe de combatir el comercio ambulante y también abrir “verdaderas tiendas de souvenirs” del Metro ya que las pequeñas vitrinas en las que se venden productos oficiales “no tienen gran oferta de productos relacionados con el Metro, sería buena idea que el STC implementara las "Metrotiendas", como las que existieron en antaño y al mismo tiempo, imitando a otros metros del mundo como Tokio, para que en ellas se pueda conseguir desde playeras, llaveros o gorras, hasta trenes de juguete, trenes a escala, boletos antiguos, mapas, cuadros, etcétera.
Jesús Borjas Reyes es otro coleccionista de objetos del Metro desde 1970. En la imagen muestra un boleto del Metro de 1972 con la imagen de Don Benito Juárez, uno de los más codiciados por los coleccionistas.
Los primeros boletos eran de color rosa.
El señor Borjas trabajó en el Sistema de Transporte Colectivo Metro durante 44 años en el área de Peaje. Las fotografías son de Juan Carlos Reyes/Archivo EL UNIVERSAL. 2017.
Otra imagen de los primeros boletos del Metro, en orden cronológico uno de los primeros en circular fue el que se muestra arriba del lado izquierdo/Foto de Cortesía.
Sobre el Museo del Metro en la estación Mixcoac, Alfonso piensa que es un muy buen sitio de información histórica y política sobre el proyecto, pero que ha sido desaprovechado “pues debiera tener más objetos relacionados con la historia de este medio de transporte, y no solamente una colección, unos cuantos uniformes y piezas o artículos pegados en la pared.
Requiere mayor memorabilia de la historia del sistema, piezas arqueológicas que hayan sido encontradas en la construcción de las líneas del metro, representaciones de cómo funciona un tren y cómo están compuestas las vías, inclusive maquetas, de forma que tanto haya una preservación histórica en serio, como también que atraiga a nuevas generaciones a conocer el Metro y utilizarlo”.
El primer boleto de aniversario del Metro fue este, cuando cumplió 20 años de servicio/Imagen de Cortesía.
Para Erika Bribiesca, su gusto por los objetos del Metro comenzó al hacer sus prácticas profesionales, siendo el Metro su medio de transporte: “al principio utilizaba una tarjeta con recargas, pero a cada rato perdía las tarjetas, por lo que opté por mejor comprar boletos y utilizarlos en el momento. Al ir comprando boletos diario me fui dando cuenta que me iban dando diseños diferentes y fue cuando vi uno de Frida y Diego , me gustó tanto que decidí guardarlo y de ahí seguí juntándolos”.
En la actualidad cuenta con, aproximadamente 350 boletos diferentes que abarcan desde la época de la inauguración del Metro hasta el 2019. Además, tiene alrededor de 100 tarjetas tanto del Metro como del Metrobús y 20 boletos de transporte internacional. En su experiencia, lo más que “ha dado” por un boleto fue mediante un intercambio: dio 25 boletos de Metro ($125 pesos) por uno conmemorativo de los 32 años del Metro , que se encontraba en buen estado.
Vista general de parte de la colección de boletos de Eduardo, uno de los integrantes del grupo ´Coleccionistas de Boletos del Metro México D.F.´, quien participa desde Cancún.
No es común que se den a conocer los nombres de los diseñadores de las imágenes que vemos en los boletos. Uno de ellos es Jorge Alderete, conocido como “Dr. Alderete”.
Otro boleto con el diseño de Maldito Perrito del 2018.
Bribiesca piensa que para la mayoría de coleccionistas el boleto "Juárez Blanco" es de las cosas más preciadas; pero ella atesora el boleto conmemorativo de los 60 años de Pumas y los que tienen personajes como el de Rodolfo Neri Vela o María Félix. Otro boleto que le gusta mucho es el de Metro Etiopía “porque ese lo encontramos entre las cosas de mi abuelita después de que falleció, todos dijeron que fue la herencia que me dejó”.
Cuenta a EL UNIVERSAL que su familia primero veía “gracioso” que coleccionara boletos hasta que se dieron cuenta que era algo serio en el momento que les contó que entró al grupo de Coleccionistas del Metro y cuando compró hojas especiales para los boletos: los sacó de la caja donde los guardaba y los acomodó cronológicamente. Al ver eso, su familia comenzó a ayudarla con la obtención de nuevos boletos “dejé de viajar tan seguido en el Metro y cuando mi papá o mi hermano compran boletos traen uno para mí, incluso mi hermano ya me los "cambia" y no porque él los coleccione, sino para recuperar el costo del boleto que me está dando”, compartió entre risas.
Erika conoció al grupo a través de un reportaje de esta casa editorial hace aproximadamente dos años. Al igual que Alfonso, Erika es partidaria del intercambio de boletos , pero nos cuenta que en plataformas digitales, un boleto puede llegar a costar miles de pesos -como el famoso “Juárez blanco”-.
El ingeniero Alan González Guzmán es otro coleccionista de boletos del Metro.
La joven piensa que el Metro, más allá de ser un medio de transporte, es parte de la identidad de la Ciudad de México y de sus habitantes: “sirve de referencia para miles de cosas, es punto de encuentro entre personas o incluso si estás perdido, cuando llegas a una estación del Metro y observas el mapa, puedes descifrar el camino de regreso a casa. Creo que la Ciudad de México no sería la misma sin nuestro Metro”, para ella es fundamental solucionar los problemas de seguridad y el acoso hacia las mujeres.
Nuestra fotografía principal muestra un aspecto de la venta de boletos del Metro desde el interior de una taquilla a principios de los años 70, recién inaugurado este transporte capitalino. La imagen es de nuestro archivo fotográfico.
En tanto que la imagen comparativa antigua es una postal de nuestro archivo fotográfico de la fila que se hacía en la taquilla de la estación del Metro Zócalo a principios de los años 70, nótese que antes la venta se hacía en medio del pasillo principal y hoy se realiza a un costado de dicho andador.
Fotografía antigua:
Archivo de EL UNIVERSAL y cortesías de varios coleccionistas.
Fuente:
Entrevistas a los coleccionistas: Alfonso González Alvarado, Erika Bribiesca Sala, Ing. Alan González Guzmán y César Antonio Reyes Llamas.