Más Información
Ernestina Godoy presenta leyes secundarias de la reforma al Poder Judicial; “es todo el andamiaje de leyes”
Xóchitl Gálvez evalúa formar un nuevo partido político sin el PRI ni el PAN; “que no sean los mismos tranzas”, dice
“Requerimos los mejores perfiles”; Zaldívar llama a “aprovechar la oportunidad” para participar en elección judicial
Sheinbaum revela que ordenó no aumentar su salario en todo su sexenio; secretarios tampoco tendrán incremento
Texto: Elisa Villa Román
En algún momento de la historia, las drogas que hoy son ilegales fueron despenalizadas en México . De hecho, el gobierno abrió clínicas donde los médicos daban dosis controladas a personas con problemas de adicción.
Era 1940, el último año de la administración de Lázaro Cárdenas y en Europa se desarrollaba la Segunda Guerra Mundial. Las crónicas y relatos registran cómo la gente de esa época entendía el consumo de drogas. El investigador Eugenio Gómez Maillefert describió cómo un grupo de “jóvenes elegantes” alquiló un cuarto en el tercer piso de un antiguo convento, al que sólo acudían de noche para fumar marihuana.
“Ay viene el diablo mayor con sus veinticinco hermanos. Y dice que se va a llevar a todos los marihuanos”. Fragmento de una canción típica de los años 20, publicada en un interesante artículo del antropólogo Eugenio Gómez Maillefert en The Journal of American Folklore, donde enlistó el vocabulario usado por los consumidores de marihuana. Muchos de esos términos se siguen utilizando en nuestros días. Acceso: https://goo.gl/TPGCaK
Cuando llevaban algún novato, encendían sal con alcohol en una cazuela para producir una luz verdosa y hacerlo alucinar. Ahí leían poesía, y todos aseguraban que estando grifos (bajo la influencia de la marihuana), gozaban más de las letras.
“Se dice que alguien se da las tres cuando fuma marihuana porque casi todos los fumadores dan tres fumadas seguidas a su cigarro”, escribió Gómez Maillefert y añadió que por muy numeroso que fuera el grupo de marihuanos , todos fumaban del mismo moriqueto (cigarro), pasándolo de mano en mano para hacerlo rolar (circular).
Un cuento de los años 30 titulado Doña Juanita narra que la protagonista organiza una tertulia con un grupo de amigos, cada uno con personalidad propia, encarnando una sustancia diferente.
“Doña Juanita (la marihuana ), morena y robusta pero ya entrada en años, aliña frente al tocador su marchita belleza. Por la puerta penetran la Heroína, rubia artificial de rizadas pestañas; su amiga Morfina, un poco mayor pero no menos atractiva, ambas cubiertas de joyas. Cocaína, de tez inverosímilmente pálida y con ojeras que parecen un halo del infierno; el Opio, muchachote maduro, sobrio y elegante con ademanes de mundana desenvoltura, y por fin el Alcohol, tosco, grosero y rubicundo”, dice el cuento.
El cuento Doña Juanita (1938) hace referencia a cómo la gente veía a la marihuana, la heroína, la morfina, el opio y el alcohol en el siglo pasado. La imagen muestra la portada del cuento, que se puede leer aquí: https://goo.gl/Jk54KB
Pero no todo eran cuentos y canciones. Era común leer en los diarios noticias sobre personas adictas, que en ese entonces llamaban “degeneradas”.
Lo más preocupante para la sociedad y el gobierno de la época fue el rápido crecimiento de grupos de traficantes. "El Venado" y "Lola la Chata" fueron dos de ellos, cuyos nombres aparecen con frecuencia en las noticias de los años 30 y 40.
Los diarios denunciaban que a pesar de haber sido detenidos “infinidad de veces” , seguían dedicándose a distribuir y a vender narcóticos sobornando a las autoridades.
Para frenar esta situación, en 1931 se promulgó un Reglamento Federal de Toxicomanías que ordenaba castigar a los consumidores y traficantes de drogas. La medida no funcionó como se esperaba y el número de adictos seguía aumentando.
“La policía capturó ayer en un expendio de cocaína a veinte viciosos cuando iban a proveerse de la funesta droga”, dice esta nota en cuyo titular lleva la palabra degenerados, publicada el 12 de octubre de 1922, en EL UNIVERSAL.
Fue a finales de los años 30 que un psiquiatra mexicano propuso una idea revolucionaria. Se trataba de Leopoldo Salazar Viniegra y para él, se debía tratar a las personas adictas como enfermas.
Salazar Viniegra nació en Durango en 1897 y se mudó a la capital para estudiar medicina en la que hoy es la Universidad Nacional Autónoma de México.
Después se especializó en psiquiatría en París y cuando volvió a México en 1925 se integró como médico en el Manicomio General de la Ciudad de México , conocido como La Castañeda , donde trabajó durante dos décadas.
Compara el antes y después deslizando la barra central (clic aquí para ver más grande)
Diseño Web: Miguel Ángel Garnica
Salazar se hacía amigo de los internos del hospital, incluso se dice que comía y conversaba con ellos. Eso le valió que algunos de sus colegas conservadores lo tacharan de extravagante y poco serio.
Entre los pacientes de La Castañeda realizó los primeros estudios sobre la marihuana con rigor científico, concluyendo que su consumo no está relacionado con la “locura” o criminalidad , y que sus efectos no son más dañinos a los del tabaco. Hoy se sabe que el tabaco sí es más adictivo que la marihuana, pues 32% de quienes lo consumen desarrollan adicción frente al 9% que se vuelve adicto al cannabis.
Entre otras cosas, la Global Commission on Drug Policy realiza interesantes estudios sobre la cantidad de personas que se vuelven adictas a sustancias como heroína, cocaína, alcohol, tabaco y marihuana. A propósito, el expresidente Ernesto Zedillo participa en esta comisión. Fotografía de 1981. Anuncio en la Ciudad de México con relación a la marihuana. Archivo EL UNIVERSAL.
El informe de Salazar titulado “El Mito de la Marihuana”, fue publicado en la revista Criminalia de diciembre de 1938. El médico sostuvo que en los 20 años que trabajó en La Castañeda, jamás tuvo un caso de trastornos mentales originados por fumar esta yerba.
Salazar puso en duda a quienes en años anteriores habían hecho estudios en consumidores de marihuana, y aseguraban que les provocaba episodios de comportamiento violento. Salazar reprodujo estos estudios en México con el consentimiento de algunos de sus pacientes del área de toxicomanías de La Castañeda.
Así, consumidores frecuentes, sujetos que fumaban por primera vez, personas con trastorno psicópata y otros pacientes fumaron marihuana en un experimento controlado y ninguno de ellos, reportó Salazar, presentó comportamiento violento.
El psiquiatra propuso que las personas toxicómanas fueran rehabilitadas con pequeñas dosis de drogas y estaba convencido de que eso frenaría a los traficantes como Lola la Chata, a quien le escribió una carta abierta que fue publicada en EL UNIVERSAL:
Se sabe que Lola la Chata vendía tacos de barbacoa que aderezaba con morfina en el barrio de La Merced, donde también distribuía papelitos con cocaína. Sobornaba a las autoridades y según la carta del doctor Salazar, era una mujer “joven, hermosa y seductora”. Nota publicada en esta casa editorial el 11 de marzo de 1938.
“La considero como un producto nato de nuestro medio y de nuestra época. Para usted el toxicómano es un cliente y nada más. Para mí, es un desventurado que la civilización lleva a rastras. El hecho de que usted como traficante ha tenido más éxito acerca de ellos, que nosotros los encargados de incorporarles a la vida social y activa”.
Su trabajo sentó las bases para que dos años después el presidente Lázaro Cárdenas emitiera un Reglamento Federal “para combatir la toxicomanía y el tráfico de enervantes” , que fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 17 de febrero de 1940.
Con esta medida se dejaba de criminalizar a los consumidores de sustancias adictivas y en lugar de eso, se les ofrecía tratamiento médico y psicológico .
El nuevo Reglamento Federal de Toxicomanías contenía once artículos donde detallaba con precisión cómo se debía proceder en estos casos: sólo los médicos cirujanos, con título registrado en el Departamento de Salubridad estaban autorizados para prescribir narcóticos a toxicómanos.
“En el sentido más amplio, una droga es cualquier sustancia que tiene un efecto sobre la mente o el cuerpo. Sin embargo, para sustancias que actúan sobre la mente (psicoactivos), el término ha adquirido una connotación negativa. En el sentido farmacológico, la cafeína, la nicotina y el alcohol son drogas al igual que la heroína y la cocaína”. Fuente: Global Comission on Drug Policy. Foto de EL UNIVERSAL, mayo de 1987.
Las reacciones fueron claras: “ El toxicómano no es un delincuente. Atraerlo, en vez de perseguirlo, registrarlo y someterlo a un tratamiento médico y psicológico constituirá fundamental medio de combatir la toxicomanía. De igual modo, la mejor manera de inhabilitar al traficante, sobre perseguirle y castigarle, será compitiéndole el precio de la mercancía, (para) no dejar margen alguno de ganancia”.
La despenalización fue celebrada en la sección editorial de este diario, el 23 de marzo de 1940. Hemeroteca de EL UNIVERSAL.
El programa de rehabilitación consideraba un presupuesto especial para surtir y sostener a los hospitales donde se ofrecía este servicio. Además se definió que los beneficiarios (es decir, los consumidores), debían registrar sus datos en formularios especiales donde el médico especificaba la dosis que podía surtirse y a qué número de días.
Según diarios de la época, era común que alrededor de 200 personas acudieran cada día a recibir su dosis prescrita de alguna sustancia como parte de su tratamiento de rehabilitación. Pero el gusto les duró poco, porque ese mismo año se derogó el decreto:
“Por falta de recursos del Estado, no ha sido posible (implementar) procedimientos curativos adecuados con todos los toxicómanos, ya que no ha sido factible establecer el suficiente número de hospitales que se requieren para su tratamiento”, se lee en el Diario Oficial de la Federación del 3 de julio de 1940.
Eran los primeros años de la Segunda Guerra Mundial y el gobierno se declaró incapaz de adquirir drogas , pues éstas se traían de Europa, donde continuaba el conflicto bélico.
“Mientras dure la guerra, el Departamento se encuentra en la imposibilidad de adquirir las drogas". Así terminó el breve periodo en que estas sustancias fueron despenalizadas en el país.
“Final de un idilio”. Nota publicada en EL UNIVERSAL el 13 de julio de 1940 cuando se suspendió el Reglamento Federal de Toxicomanías por tiempo indefinido. El debate sobre la despenalización continúa hasta nuestros días.
Actualmente, más de 250 millones de personas alrededor del mundo están en riesgo por consumir narcóticos con regularidad. De acuerdo con la Global Commission on Drug Policy, existen dos círculos con respecto a la prohibición de los narcóticos.
En el virtuoso (cuando se despenalizan), se reduce la cultura de la impunidad, las instituciones se fortalecen, la sociedad y la economía prosperan, disminuye la corrupción y la violencia.
“La guerra desencadenada en Europa ha hecho que las drogas enervantes escaseen en México”, dice una nota publicada en EL UNIVERSAL en julio de 1940.
En cambio, el círculo vicioso de las drogas penalizadas genera corrupción y violencia , la sociedad y economía se ven afectadas, aumenta el crimen organizado y se atenta contra comunidades e instituciones frágiles, sostiene dicha institución.
En México, la Ley General de Salud publicada en el Diario Oficial de la Federación en 1984, dice que los consumidores tienen permitido llevar con ellos 2 gramos de opio, 50 miligramos de heroína, 5 gramos de marihuana y 40 miligramos de metanfetamina para consumo personal. Si exceden estas cantidades, se les persigue por narcomenudeo y en su caso, por narcotráfico.
Este año la discusión se retomó sólo para el caso de la marihuana, a raíz de que a partir de 2015 cinco personas han sido amparadas para consumirla con fines recreativos.
En 2017, el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública realizó una encuesta para conocer la opinión de los mexicanos sobre su despenalización. El 47% de los entrevistados aprueba la legalización de su uso, pero 70% cree que México no está preparado para regularla. El debate sigue abierto.
Fuentes:
Archivo Hemeroteca EL UNIVERSAL
Archivo Fototeca EL UNIVERSAL
Archivo del doctor Leopoldo Salazar Viniegra. Página web con documentos y fotografías https://archivodrsalazar.com/
"Decreto que suspende la vigencia al Reglamento Federal de Toxicomanías", publicado por el Departamento de Salubridad Pública en el Diario Oficial de la Federación el 3 de julio de 1940.
“El mito de la marihuana”, artículo del doctor Leopoldo Salazar Viniegra publicado en la revista Criminalia e l 1 de diciembre de 1938.
Informe “The World Drug Perception Problem: Countering Prejudices About People Who Use Drugs”, 2017. Global Commission on Drug Policy
Informe “Regulation: The Responsible Control of Drugs”, 2018. Global Commission on Drug Policy
"La marihuana en México", artículo del antropólogo Eugenio Gómez Maillefert publicado en The Journal of American Folklore.
“Reglamento Federal de Toxicomanías”, publicado por el Departamento de Salubridad Pública en el Diario Oficial de la Federación el 17 de febrero de 1940.
Resultados de la encuesta telefónica "Legalización y Uso de la Marihuana", del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, LXIII Legislatura.