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Texto: Carlos Villasana y Rodrigo Hidalgo
Foto Actual: Gabriel Barajas.
Diseño web: Miguel Ángel Garnica
Al sur de la colonia Roma, la calle de Toluca es un espacio inusualmente tranquilo en el tramo que corre entre Huatabampo y Antonio M. Anza. Por aquí pasan algunos peatones o vecinos que caminan con rumbo al Metro estación Centro Médico, alumnos de la escuela Benito Juárez, jóvenes que entrenan en las canchas cercanas y otros que visitan el Parque López Velarde, entre los camiones y autobuses que han hecho de esta cuadra su estacionamiento.
Es difícil imaginar que años atrás, en este sitio se levantó la unidad habitacional más moderna de su tiempo, de la cual apenas quedan los edificios más pequeños, que pasan casi desapercibidos en el rumbo. El Multifamiliar Juárez fue el segundo proyecto de este tipo construido por la Dirección de Pensiones, el organismo que antecedió al ISSSTE, y se inauguró el 2 de septiembre de 1952.
El acto fue encabezado por el presidente Miguel Alemán ante quince mil burócratas, y los oradores resaltaron la importancia del conjunto, calificándolo como una “obra revolucionaria de justicia social” y una “majestad de la arquitectura, creada y concebida para dar un hogar tranquilo a un millar de familias mexicanas”.
Comparativas del cruce de Toluca y Huatabampo, frente al Multifamiliar Juárez, alrededor de 1960. Fotografía actual: Gabriel Barajas.
El Multifamiliar Juárez fue planeado por los arquitectos Mario Pani y Salvador Ortega en un amplio predio que ya tenía una larga historia. En el siglo XIX había formado parte del Panteón General de la Piedad, clausurado en febrero de 1905; dos décadas más tarde, por iniciativa de José Vasconcelos, en el mismo sitio se erigió el Estadio Nacional, sede de numerosos eventos deportivos, festivales y encuentros políticos hasta su demolición a finales de los años cuarenta. Como recuerdo de este último queda la estatua de un lanzador de jabalina, instalada en 1954, que conmemora los primeros Juegos Deportivos Centroamericanos, celebrados ahí en 1926.
El nuevo centro urbano constaba de 984 departamentos y 19 edificios, repartidos en cuatro tipos: el “A”, de 12 pisos; los cinco “B”, de nueve; los cuatro “C”, de seis, y los nueve “D”, de cuatro niveles, que son los únicos en pie actualmente. Además de contar con elevadores e incineradores de basura, también incluyó un área de servicios administrativos, una guardería y jardín de niños, lavanderías, casa de calderas y dos subestaciones eléctricas.
En términos de diseño, la intención de sus autores fue superar lo realizado en el Multifamiliar Miguel Alemán. En el libro Mario Pani, la construcción de la modernidad , Miquel Adriá explica que el Juárez “contó con mayor presupuesto, mucha más extensión, más variantes tipológicas y menos agresividad formal. En una súpermanzana de 25 hectáreas se distribuyeron doce tipos de vivienda. Los departamentos más pequeños conforman los edificios más altos, y los grandes, destinados a familias numerosas, están más próximos a la tierra. En éstos, las viviendas tienen doble orientación, y los altos se abren a oriente o a poniente, con los pasillos de circulación hacia el norte.”
Publicidad de la construcción del Multifamiliar Juárez por parte de la Constructora ICA.
Una de sus características más notables era el paso a desnivel que corría bajo los edificios “C” y daba un flujo continuo a la recién prolongada calle de Orizaba, que en esta sección ahora lleva el nombre de Toluca. Los muros del deprimido fueron decorados por el artista guatemalteco Carlos Mérida, quien, en palabras de Mathias Goeritz, “logró un conjunto de extraordinario interés plástico a base de líneas ondulantes horizontales, subrayando así una impresión de fuga, no solamente en armonía con el elemento arquitectónico, sino haciendo referencia a la velocidad de los automóviles en los túneles.”
Mérida también creó una serie de relieves de concreto policromado para el resto del complejo, inspirados en motivos prehispánicos y leyendas ancestrales, que adornaron las fachadas, las escaleras y la guardería. Entre ellos estaban las obras “Leyenda del Quinto Sol”, “La destrucción de Tula”, “La muerte de Ixtlilxóchitl” y otras alusivas al Popol Vuh y a la Relación de Texcoco.
Para Goeritz, lo hecho por Mérida representaba el “arte del porvenir, sin demagogias, pero eminentemente universal. Arte para la masa, arte público a la vista de todos, para el goce emocional de todo el mundo."
Comparativas de los edificios C y el A1 del Multifamiliar Juárez, poco después de inaugurados en 1952. Fotografía actual: Gabriel Barajas.
Poco después de su apertura, en 1955, el Multifamiliar Juárez fue el escenario principal de la cinta Con quién andan nuestras hijas , un drama de corte moralista protagonizado por Silvia Derbez, Yolanda Varela y Martha Mijares. En 1963 también apareció en una secuencia de la célebre película El hombre de papel, con las actuaciones de Ignacio López Tarso y Luis Aguilar.
Imágenes de fines de los años 50, donde se observan claramente los diseños de Carlos Mérida en edificios, escaleras y en los muros de desnivel. Colección Villasana - Torres.
Sin embargo, el encanto no fue duradero. Ya en 1957, el terremoto del 28 de julio causó varios daños, obligando la reubicación temporal de algunos habitantes en las unidades que recién había construido la Dirección de Pensiones en Tacubaya y en la colonia Doctores. La breve nota publicada el 1 de agosto da cuenta del derrumbe de una escalera, lo que fue atribuido “probablemente a la orientación del edificio”, y de algunos desperfectos en los elevadores, que serían reparados a la brevedad.
Trágicamente, los sismos del 19 y el 20 de septiembre de 1985 causaron graves afectaciones en el multifamiliar, que se convirtió en una de las imágenes más recordadas de lo sucedido. En este sitio, según algunas fuentes, murieron alrededor de ochenta personas; varias estructuras se derrumbaron y otras fueron demolidas con explosivos en los meses posteriores, comenzando el 26 de octubre con los restos del “A”. El paso a desnivel fue rellenado y no quedó huella de su existencia.
Luego del sismo de 1985, en este edificio solo quedó en pie la escalera, pues había sido reforzada luego del sismo de 1957.
Imagen de un aspecto de la demolición de este conjunto luego de que resultó dañado en su estructura por los sismos de septiembre de 1985.
Como resultado de este proceso, la obra artística se perdió por completo. El testimonio más importante al respecto es el libro Carlos Mérida, su obra en el Multifamiliar Juárez , editado en 1988. En él, el museógrafo Alfonso Soto Soria comenta que “por un lado, es una suerte que el maestro Mérida haya muerto antes del terremoto de 1985 y no haya visto destruida la obra de la que estaba más orgulloso, la que los críticos consideran el mejor ejemplo de integración plástica”. Curiosamente, su memoria sobrevive en una pequeña réplica colocada a la entrada de la Unidad Habitacional Fuentes Brotantes.
En la actualidad, caminar por la calle de Toluca es encontrar espacios abandonados con banquetas deterioradas que poco contribuyen a la imagen urbana, y de noche, los transeúntes prefieren evitar la soledad de sus aceras y la obscuridad del parque. Los nueve inmuebles tipo “D” se encuentran cercados para evitar la delincuencia, pero en ellos aún es notorio el estilo que definió una época en la arquitectura. Cada cierto tiempo, alguno de sus departamentos se pone en renta o en venta, y una nueva historia de vida se escribe entre sus paredes.
Los edificios que siguen en pie del Multifamiliar Juárez. Fotografía: Gabriel Barajas.
Placa del Centro Urbano Presidente Juárez, mejor conocido como Multifamiliar Juárez. Fotografía: Gabriel Barajas.
La fotografía principal es de una parte del Multifamiliar Juárez vista en el cruce de las calles de Toluca y Huatabampo, alrededor de 1960. Se aprecian dos taxis de la época de los llamados “cocodrilos”.
La foto comparativa antigua es del paso a desnivel del Multifamiliar Juárez, poco después de su construcción en los años 50, en la colonia Roma. Estuvo en la calle de Orizaba entre Antonio M. Anza y Huatabampo, debajo de los edificios tipo "C" del Multifamiliar Juárez. Este desnivel daba un flujo continuo a la recién prolongada calle Orizaba, ahora con el nombre de Toluca. Esta cuadra fue abierta al construir el conjunto, ya que antes aquí se encontraba el Estadio Nacional; tras la desaparición de los edificios con los sismos de 1985, la calle fue nivelada. A los lados se ven los murales de Carlos Mérida que la decoraban. Antigua: Colección Villasana – Torres, actual: Gabriel Barajas.
Imágenes Antiguas: Colección Villasana-Torres
Fuentes:
Hemeroteca EL UNIVERSAL
Adriá Miquel, Mario Pani, la construcción de la modernidad , libro.
Libro Carlos Mérida, su obra en el Multifamiliar Juárez , editado en 1988.