La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ) en voz de su titular, Ernestina Godoy Ramos, ofreció una disculpa pública por los actos de agravio cometidos en el transfeminicidio de Paola Buenrostro, en 2016, víctima de un crimen de odio y revictimizada por una actuación negligente de las autoridades de la entonces procuraduría capitalina, quien a decir de la Comisión local de Derechos Humanos, fue discriminatoria y carente de empatía.
“Durante la investigación hubo diversas omisiones que evidenciaron la falta de debida diligencia, de aplicación de la perspectiva de género y enfoque diferenciado, que llevaron a no vincular al imputado, pero no descansaremos hasta detenerlo”, dijo la fiscal.
Otra omisión fue la de no otorgarle protección a la única testigo, Kenya Cuevas.