Visitar el Vivero Forestal San Luis Tlaxialtemalco, en la alcaldía Xochimilco, es salir del bullicio de la Ciudad y adentrarse en 47 hectáreas de vegetación, donde los trabajadores ponen su empeño para lograr que plantas y árboles crezcan para formar parte del proceso de reforestación de la metrópoli.
Gema Hernández trabaja en este vivero desde hace tres años y está encargada de deshierbar los pequeños árboles que ya están listos para sembrar en cerros de la capital. Las especies van desde el pino hasta la lavanda.
Su jornada comienza a las 7:00 y culmina a las 14:00 horas; diariamente deshierba alrededor de 100 charolas de diversos ejemplares como parte de los cuidados que reciben las especies para garantizar su crecimiento.
Gema es parte de 77% de las mujeres que laboran en este vivero; el resto son hombres, de un total de 271 personas dedicadas a reverdecer la Ciudad.
En el lugar también se ubica un humedal para la producción de plantas acuáticas en peligro de extinción, donde ya se trabaja en crear el ambiente ecológico necesario para recibir, el próximo año, ajolotes y charales.
Para moverse por estas tierras ubicadas en la alcaldía Xochimilco, se utilizan los tractores de los trabajadores.
Ayer, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum visitó el lugar e indicó que este vivero fue rescatado del abandono, donde antes se producían 600 mil plantas y ahora se llega a los 10 millones, la mayoría, árboles de semillas que son recolectadas en el propio suelo de conservación.
La mandataria capitalina indicó que el espacio del vivero y la zona de humedales antes era un lugar dominado por la delincuencia, que fue transformado en un sitio de aprovechamiento natural, donde se impulsa la investigación y la realización de pruebas de detección de transgénicos y de viabilidad de plantas, acciones que permiten que 75% y 90% de los ejemplares sembrados en el campo sobrevivan.
En el sitio es notorio el esfuerzo de los habitantes de la zona que se esmeran por producir mil 500 plantas acuáticas de 13 especies, además de 169 mil árboles frutales, como olivo, durazno y ciruelo.
