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“¡Soy médico!”, “¡Soy médico!” gritó José Francisco Navarro Medina, especialista en cirugía cardiotorácica a policías municipales que pasaban cuando cinco hombres lo sacaron del quirófano de la clínica Torres y lo golpeaban en la calle , luego de que falleció una menor de edad que era su familiar tras una operación.
El médico aún vestía la ropa de quirófano, cuando el padre de la paciente y otro pariente lo sujetaron de brazos y piernas, lo bajaron al primer piso de la clínica mientras lo golpeaban y destruían parte del mobiliario del lugar, donde otros dos o tres hombres se sumaron a golpearlo sacándolo a la calle a patadas y puñetazos, reclamando la muerte de su familiar.
José Navarro fue trasladado al Ministerio Público de Tultitlán, porque ese día los de Cuautitlán y de Izcalli estaban cerrados por brotes de Covid-19 , donde permaneció detenido dos días hasta que la necropsia determinó que la joven había fallecido por sepsis y no por la cirugía que practicó el médico.
La golpiza y las amenazas de muerte ocurrieron la madrugada del 21 de noviembre , tras salir libre del MP “me sentía atemorizado, agobiado, con mucho miedo por mi familia y por mí, por lo que decidí irme lejos”, afirmó el médico.
“Tenía pánico. Pues al ser golpeado pensaba que podrían desaparecerme, que terminarían conmigo y con mi familia, porque Juan Ignacio, el padre de la menor, me amenazó diciendo que conocía todos los lugares donde trabajo, mi casa en Cuautitlán Izcalli, de donde él es mi vecino, por lo que tuve que dejar mi casa”, explicó sobre el porqué hasta hace pública su denuncia.
Además “no soy delincuente, lamento la muerte de la menor, pero mi trabajo estuvo focalizado en salvar su vida, que lamentablemente no logramos”, al relatar que empezó a atenderla desde el 23 de octubre.
Ahora, “pido justicia, porque los médicos no podemos ser amedrentados de esta forma , quede psicológicamente devastado y sin poder trabajar, por temor a que esta familia regrese a agredirme”, aseveró el especialista en cirugía cardiotorácica.
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lr/ rdmd