Para Bertha García y su esposo Cipriano, la gran cantidad de gente de la tercera edad para recibir la segunda vacuna contra el Covid-19 , de AstraZeneca , en la sede ubicada en el Pepsi Center , “sólo es por cuestión electoral” , dado que en la primera inyección el Gobierno capitalino acondicionó la Alberca Olímpica y en esta ocasión la ignoró.
“Qué casualidad, ¿no? A cinco días de las votaciones, el Gobierno capitalino nos avisa de esta segunda dosis. Pero para que nos enojemos con (Santiago) “El Güero” Taboada, no considera el mismo sistema de la primera inyección. A nosotros nos tocó en la Alberca Olímpica y no tuvimos los problemas que hoy enfrentamos”, comenta el matrimonio con gesto adusto.
Don Cipriano, jubilado de la CFE, insiste que “todo esto es electoral. No me queda la menor duda. Incluso, fíjate que en marzo pasado, cuando nos aplicaron la primera dosis, le reclamamos a ‘El Güero Taboada’, porque no nos brindó el apoyo como lo hicieron otras alcaldías. Nos respondió que el Gobierno no le permitía interferir, que todo estaba a cargo del Gobierno”, comentó.
Sin embargo, el hombre de 72 años destacó que “curiosamente en las alcaldías donde gobierna Morena, le brindaron todo tipo de apoyos a los adultos mayores. Es más, hasta les daban agua y una fruta al salir, pero en la Alberca Olímpica sólo nos felicitaban y hasta nos aplaudían. Y no se vale que en Benito Juárez, hasta parecemos extranjeros, porque el Gobierno nos ignora”, dice con dejo de tristeza.
Juan García, otro adulto mayor que lleva más de una hora formado en la interminable fila sobre la calle de Dakota, interviene: “Está muy equivocada la jefa de Gobierno si cree que con esto, el domingo vamos a votar por Morena. Claro que estamos muy enojados, pero sabemos que todo esto lo hizo para “encabronarnos” con Santiago (Taboada). Está muy equivocada”, enfatiza.
Mientras tanto, la decena, cientos de policías, tanto preventivos, como auxiliares, no se dan abasto para atender a los adultos mayores que llegan al Centro Pepsi Center, pues a diferencia del 30 de marzo pasado, cuando inició la primera dosis de la vacuna AstraZeneca, existían dos lugares para que los vecinos de la Alcaldía Benito Juárez acudieran; hoy sólo es uno, de allí la aglomeración.
A las 9:00 horas que comenzó la jornada, los empleados con chaleco verde, provenientes de diversas dependencias del Gobierno capitalino, hasta se dieron el lujo de revisar los documentos a cada uno de los adultos mayores que llegaban a ese centro de atención.
Empero, conforme avanzaron los minutos y al ver que la demanda superaba a la oferta, optaron por exigir a los jóvenes de los megáfonos, explicar a los abuelitos que tipo de documentos necesitaban para poderles aplicarles la segunda dosis. Pero ni así lograron agilizar la atención.
De allí que algunos adultos mayores decían a sus familiares que regresaran a casa y que volverían otro día, pero los hijos, sobrinos, nietos o vecinos que los llevaron les explicaban, les imploraban, que aprovecharan la ocasión, “porque no va haber otro día, abuelo”, dice la bella Lorena Ríos a don Renato, pese a que éste estaba sentado en una silla de ruedas que le entregó uno de los policías al bajar de la camioneta Mercedes.
Esto ocasionó que pronto naciera un “nudo” vial sobre la calle de Dakota y vías aledañas a ese lugar, acompañado de claxonazos y recordatorios familiares de los automovilistas y camioneros que querían continuar su camino.
Parece que los conductores de autos, camionetas, taxis y demás unidades, se pusieron de acuerdo para llegar al mismo momento con sus ancianos para recibir la segunda dosis contra el Covid-19.
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