Cuautitlán Izcalli, Méx.— En el Estado de México hay 89 colonias identificadas con riesgos de sufrir afectaciones por lluvias y, de ellas, 63 se localizan en el Valle de México, según al Atlas de riesgos de inundaciones 2024, documento basado en lo ocurrido en la temporada de lluvias de 2023.
Los municipios de Ecatepec, Tlalnepantla y Naucalpan tienen el mayor número de colonias vulnerables, con 14, 11 y ocho, de manera respectiva, de las cuales para el actual 2024 se han repetido en Las Américas y Santa María Tulpetlac, Ecatepec; Industrial Alce Blanco y Echegaray, Naucalpan, y en Valle Dorado, Las Arboledas e Industrial Barrientos, en Tlalnepantla.
En el caso de Chalco, que el 2 de agosto registró la lluvia más fuerte en su historia y que a la fecha causa estragos entre la población, se tienen registradas seis colonias vulnerables, como Culturas de México, Emiliano Zapata, San Miguel Jacalones, Pueblo Nuevo y Héroes de Chalco. En todas estas zonas llovió en 2023 y 2024.
Pero también en el Atlas de riesgos por inundaciones de 2024 no estaba includo el municipio de Jilotzingo, pero las lluvias del 13 de septiembre provocaron un deslave del cerro La Peña, en la comunidad de San Luis Ayucan y Las Manzanas, en Jilotzingo, derrumbando casas y causando la muerte de 10 personas.
Sin embargo, San Luis Ayucan sí estaba previsto en el Atlas de riesgos por asentamientos en pendientes y zonas adyacentes con problemas de remoción o erosión, con 47 viviendas en dicha categoría de peligro.
Para el vocal ejecutivo de la Comisión de Aguas del Estado de México (CAEM), Armando Alonso, en el Valle de México hay más afectaciones por lluvias porque es una combinación de factores que van desde que en esa zona era lagos y el agua busca una salida; el patrón de lluvia cambió y el modelo de gestión del agua es caduco y anacrónico.
“Comenzando por lo obvio, pues esto eran lagos: Texcoco, Chalco, Xochimilco, Xaltocan y Zumpango. Todo esto tiene que buscar salida. Todos estos patrones de mucha lluvia en poco tiempo son relativamente recientes y son consecuencia, entre muchas cosas, de un modelo de gestión caduco y anacrónico”, explicó.
El funcionario de la CAEM expuso que hay zonas donde se construyeron casas que son las curvas de nivel más bajas.
Por ejemplo, en Las Américas de Ecatepec, que se inundó el 27 de junio, así como lo sucedido en Jacalones y Culturas de México I y II, que también se encuentran en la curva de nivel más baja de la zona urbana de Chalco.
Lo mismo pasó en Rancho San Blas, en Cuautitlán México, “se desalojaban con canales de riego que nunca fueron diseñados con esa intención, pero con la construcción de cierta infraestructura aguas abajo se restringió el área hidráulica de estos canales y, si de por sí ya eran insuficientes y luego con una pequeña ventanita para desalojar, era evidente que el agua se iba a regresar.
La falta de infraestructura y la protección de proyectos afectan, ya que no se generan otras alternativas paralelas que ayuden a conducir, almacenar, reusar e infiltrar el agua, dijo Alonso, refiriéndose a cualquier tipo de construcción o desarrollo en materia inmobiliaria o de transporte.
“Tiene que haber una acción contundente por parte de los gobiernos para decir en dónde sí y en dónde no se puede establecer la gente, y una política consistente en reubicar a las personas que estén en las zonas de alto riesgo. Ya hay una idea muy clara del gobierno federal y del Estado de México para que se proponga su relocalización”, señaló.
Las acciones inmediatas o apremiantes que deben hacerse, dijo, aunque no resolverán al 100% la problemática, consisten en impulsar el desarrollo controlado, no invadir zonas de alto riesgo y, sobre todo, trabajar con todos los niveles de gobierno en un esfuerzo conjunto, ya que no se trata de un asunto que involucre solo a un ente gubernamental.
“La mayor parte de la cuenca del Valle de México eran lagos y dejamos las montañas, los cerros, como la Sierra de Guadalupe. Todo lo que tienes sigue teniendo la misma orografía que hace 600 años. Tenemos que manejarlas, aprovecharlas. Conducir, reutilizar, almacenar, infiltrar. La tierra está reclamando su propio espacio, pero podemos convivir”, concluyó Armando Alonso, vocal ejecutivo de la Comisión de Aguas del Estado de México.
Para el caso de Chalco, las colonias Culturas de México, Emiliano Zapata, Jacalones y Tres Marías aún padecen los estragos de la lluvia del 2 de agosto, luego de una tromba que causó daños materiales y dejó una población damnificada superior a las 12 mil personas. En 2023, las comunidades de Culturas de México, Emiliano Zapata y Jacalones tuvieron alguna situación de problemas por lluvias, entre ellos cuatro encharcamientos y una inundación urbana. Para este año repitieron en afectación.
¿Qué ha pasado en Tultitlán?
Vecinos de la colonia Bosques de Tultitlán ya venían advirtiendo sobre el riesgo al que estaban expuestos de inundarse.
Ya estaban en el Atlas de inundaciones y en la actual temporada de lluvias el agua les ha causado estragos en tres ocasiones, dos de ellas en septiembre, cuando provocaron la caída de dos bardas y el agua se metió a varis casas.
Sin embargo, no fueron censadas por ninguna autoridad de gobierno. “Esto no nos pasaba antes. Todo comenzó desde que empezaron las obras del Tren Suburbano al AIFA, los drenajes se tapan por toda la tierra y terminamos encajonados y sin ayuda de nadie. Antes por lo menos nos llegaban a ayudar para limpiar o con alguna jornada de salud para prevenir enfermedades, ahora ya ni eso”, dijo Carmen, habitante de la cerrada Encinos.
La noche del 15 de septiembre, una lluvia atípica causó estragos en más de 60% del territorio municipal de Coacalco, inundando colonias como Rancho La Palma, Coacalco Centro, San Rafael, Los Acuales, Villa de las Manzanas y Villa de las Flores, en la sección conocida como Las Plazas, razón por la que el gobierno local canceló las celebraciones del Grito de Independencia.
El Atlas de Inundaciones 2024 solo tenía considerada a la colonia Villa de las Flores como un punto propenso a afectación, colonia en la que en 2023 ocurrió una inundación urbana, y el fenómeno se repitió en este año.
“Todo se perdió, muebles, refrigerador, colchón, todo. Mi mamá vive aquí, tiene discapacidad, no puede caminar bien y ese día pasó. Estábamos aquí con mis hijos, el agua empezó a subir y la ventana de la cocina ya no aguantó y por ahí entró. Empecé a pedir auxilio y vinieron vecinos a cargarla y pudimos rescatar la silla de ruedas”, contó Samantha, en la calle Francisco I. Madero de la colonia Valle de las Manzanas.
Respecto a Cuautitlán México, el Atlas de Inundaciones no tiene registro de ninguna colonia y para este año, a finales de junio, el fraccionamiento Rancho San Blas tuvo afectaciones para más de 600 familias tras el desbordamiento del río Chiquito, en junio pasado, que dejó pérdidas materiales entre electrodomésticos, muebles e incluso automóviles, lo que propició que el alcalde Aldo Ledesma solicitara la declaración de zona de emergencia.
“Nunca había visto algo así, había lluvias e inundaciones en las calles, pero como tal algo así, no. Se mojaron la sala, el refri, comedor y quedaron inservibles, contó Martha Ayala, vecina desde hace 12 años de Rancho San Blas.