Entre sus múltiples actividades como médico de la Jurisdicción Sanitaria del Gobierno de la Ciudad de México, Josefina Valadez García se da el tiempo para tratar de concientizar a niños, niñas, adultos y personas de la tercera edad sobre cuestiones de salud, para lo que usa a su álter ego: Vacunorex.
Se trata de una botarga de Tiranosaurio Rex que se ha vuelto viral en redes sociales luego de que fuera captado bailando, corriendo y haciendo diversas actividades en los módulos de vacunación contra Covid-19.
Lo que comenzó como un juego, pues originalmente la médico compró la botarga para festejar su cumpleaños, se convirtió en una realidad, luego de que Josefina se diera cuenta de la influencia que tenía Vacunorex en niños y jóvenes. Entonces decidió portar diversos carteles en los que se lee: “Vacúnate para que no te extingas como yo”. “Sálvate, hazlo por ellos”, acompañada por fotografías de animales y otras más que improvisa dependiendo del lugar en el que esté.
“Lo hago por amor al arte, no me pagan ni busco generar más ingresos con eso, lo que me mueve es que digamos que estoy haciendo medicina de una manera poco ortodoxa, más amigable y que tenga todos los alcances, eso es más importante que otra cosa”, destaca Josefina.
“He estado en la campaña de la vacuna contra Covid, en campañas dentales, de mascotas y la gente responde muy bien, se aligera toda la preocupación que llega al momento de estar frente a un médico”, cuenta la joven, quien asegura que ahora sus amigos la conocen más por dar vida a ese personaje.
De repente amigos, conocidos y familiares empezaron a ver lo divertida que era la botarga sin saber que era ella. Aunque en un principio les explicaba que por momentos dejaba la bata y su faceta de médico para convertirse en dinosaurio, ese hecho les causaba gracia y no dudaron, pues saben que es capaz de eso.
“De repente y luego de una entrevista fue que me di cuenta de lo influyente que era. Cuando vi mis redes sociales y mi whats [WhatsApp] que llegaban muchos mensajes dije, ‘¡a caray!, algo está pasando’ y fue entonces que caí en cuenta que era por la botarga”, comenta.
“La verdad es que no tenía la intención de tanto impacto, no se hizo planeado que si iba a pegar o no, pero ahora me doy cuenta que sí fue buena idea.
“En donde la llevamos [la botarga] le agrada a todos, no sólo a la gente que acude a la vacuna, también a los propios médicos, las enfermeras y a los chavos que acomodan a la gente y eso es muy agradable porque da mensajes de salud para otras cosas, como la de niños, canina, la llevo a las ferias de salud y ahí la gente llegaba más a vacunarse o lo que sea o mínimo, Vacunorex les hacía la estancia más agradable”.
La profesionista no tiene pena en que sepan que ella es quien está tras la botarga, si bien hace su trabajo de manera correcta cuando porta la bata, cree que aminorar la tensión en momentos complicados, como lo fue el confinamiento ocasionado por el Covid o lo tedioso que fue hacer filas para la vacuna, es más que suficiente para que Vacunorex siga existiendo el tiempo que sea necesario o mientras sea requerido.
“Para mí el pago es la felicidad de la gente y el hecho que se pueda hacer medicina de una manera tan común y además ahora la gente tiene mensajes de salud en sus redes sociales y que cumplen su función, ya que la misma gente ve todo eso y se preocupan por atender o al menos estar conscientes que deben acudir al médico”, concluye Josefina.