Para usuarios del Metro el nuevo servicio emergente de la Línea 1, habilitado de Salto del Agua a Observatorio, no es eficiente, la espera es larga y un recorrido que habitualmente se hacía en 20 minutos aumentó a alrededor de una hora.
Ainé Herrera dijo que se haría 50 minutos de Salto del Agua a Chapultepec, pues el autobús de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) se estaba tardando en llegar.
Pidió a las autoridades capitalinas que no se tarden en abrir la línea completa porque se están viendo muy afectados.
Ella vive sobre el Eje Central Lázaro Cárdenas y lleva un año sin poder usar la estación de Salto del Agua, que es la que le queda más próxima, debido a los trabajos de modernización a los que es sometida la Línea Rosa.
No sólo eso, la gente que quería llegar al Cetram Chapultepec tuvo que descender metros atrás y de ahí caminar hasta llegar al paradero, según constató EL UNIVERSAL en un recorrido.
“Estoy muy enojada, de allá me traen para acá, yo voy a Chapultepec, al desnivel para llegar a Circuito…”, dijo una señora en la estación Sevilla. Y es que Sevilla fue combinada en una sola parada con Chapultepec.
Sin embargo, todas las unidades señalan Cetram Chapultepec, pese a que nunca llegan hasta ahí, sino antes, ya sea sobre la calle Guadalajara con dirección a Salto del Agua, o bien frente al hospital San Angel Inn, hacia Observatorio.
No sólo eso, en Insurgentes, aquellos que querían ir a Balderas, tenían que caminar hasta la calle de Monterrey desde la glorieta para tomar el servicio emergente.
“Ya necesitamos que arreglen esta línea”, señalaron otros usuarios, enojados por ir con el tiempo al límite.
Tras hacer un recorrido en el tramo cerrado, el secretario de Movilidad, Andrés Lajous, hizo un primer balance del funcionamiento del servicio alterno de transporte. “Tenemos un servicio constante fluido y ordenado y la alternativa que se está ofreciendo con 200 autobuses de RTP se está usando, tenemos suficientes autobuses”.