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La limpia que el nuevo titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) local, Omar García Harfuch, inició al interior de la corporación fue recibida de buena manera por los agentes en campo; incluso, los propios elementos fueron quienes, de manera anónima, empezaron a señalar a los mandos y compañeros que por años presuntamente brindaron protección a cabecillas de la delincuencia organizada en la capital del país.
Los reportes recabados advierten que el presunto contubernio existe en todas las alcaldías, concentrándose las irregularidades en Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Azcapotzalco, Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Xochimilco y Tláhuac, donde incluso en 2017 se dio a conocer que patrullas de la corporación vigilaban los puntos de venta de droga del extinto Felipe de Jesús Pérez Luna, El Ojos, y otros desobedecían a sus coordinadores de sector al asegurar que el jefe era el capo abatido por la Marina.
El argumento de los policías para denunciar a los agentes corruptos fue que por “unos cuantos” la imagen de la corporación y de ellos se ha dañado; aseguran que les ha causado conflicto con los delincuentes, pues al sentirse protegidos por los mandos a ellos no los respetan, “la limpia la vemos muy bien, sólo le pedimos al director que en verdad depure toda la corporación. Aquí hay buenos elementos, pero la gente y los delincuentes creen que todos somos corruptos, que debemos trabajar para ellos o estar a sus órdenes.
“Cuando les dices que no, se burlan de ti y te lo dicen en la cara: ‘Si le pagamos a tu jefe, tú no la hagas de pedo’; ahí es cuando nos conflictuamos, ¿a quién le pedimos ayuda?, ¿qué hacemos?, por eso qué bien que se esté limpiando el cochinero”, comentó un oficial del sector Morelos, alcaldía Cuauhtémoc, luego de que se enterara de la baja definitiva del Policía Segundo Marco Antonio “N”, quien fue retratado en una fiesta patrocinada por El Lunares.
La información proporcionada por los agentes detalla desde puntos de venta de droga, número de unidades y horarios en las que éstas vigilan y pasan por la cuota, así como nombres de los policías que presuntamente son sobornados.
En algunos casos por cada vuelta, la patrulla recibe 500 pesos de los traficantes, con eso aseguran, es más que suficiente para que alerten de operativos.