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En la habitación seis de la vecindad marcada con el número 86 de la calle República de Cuba, en el Centró Histórico de la capital mexicana es el lugar en donde los niños Yair y Héctor fueron torturados y descuartizados.
Ahí, la policía de investigación realizó un cateo esta madrugada. Así lo cuentan los habitantes del lugar, quienes en las últimas horas y días han visto desfilar a los agentes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
Por el ir y venir de los policías frente a una virgen que se observa desde la calle, los testigos se enteraron de que uno de los diableros que ahí vive fue el responsable de trasladar los cuerpos mutilados de los niños de 12 y 14 años. El paradero de ambos menores de origen indígena se supo poco después de que el domingo ese hombre fuera descubierto por policías cuando llevaba restos humanos en cajas de plástico a bordo de un diablo, una herramienta para transportar carga. Días después, sus familiares identificaron a los niños .
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Ahí, en el segundo piso de la vecindad vivía el hombre al que todos en el lugar conocían por sus nexos con “gente” de la Unión de Tepito, una organización criminal que se dedica al narcomenudeo y las extorsiones en el corazón de la capital mexicana.
Además de la detención de un hombre, extraoficialmente se sabe que en el cuarto hallaron la ropa de los menores y el arma con la que fueron seccionados sus cuerpos.
Dicen quienes ahí viven que no es extraño que los narcotraficantes ronden en las calles y la vecindad de República de Cuba. Hace dos semanas, esa misma gente -como si fueran la autoridad- llegó a retirar puestos ambulantes que no pagaban las cuotas que les exigen.
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Los removidos eran en su mayoría puestos de comida que se instalan por la mañana y se retiran después del medio día.
Foto: Yara Silva / EL GRÁFICO
lr/acmr