“¡Terrible semana!”, afirmó Carolina, madre de Diego, quien junto a otros padres y familiares de los jugadores del equipo Sub-15 del Atlante de Toluca acudió al aeropuerto a recibir a los menores de edad que llegaron a México con el trofeo de subcampeones, luego del cierre de fronteras de Perú por el conflicto político, por lo que estos adolescentes quedaron varados en ese país una semana.
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El equipo de 22 jugadores de 14 y 15 años del equipo de fuerzas básicas del Atlante debió llegar a México el 12 de diciembre, pero por el bloqueo de carreteras y aeropuertos estuvieron varados en las ciudades de Guadalupe y Trujillo, en Perú, primero en un hostal y luego en un hotel, relató Silvano, quien junto con Carmen esperaron emocionados a Emilio, el mayor de sus nietos.
Ayer lunes, los niños del equipo de futbol de Toluca viajaron de Trujillo a Lima y luego a México en un vuelo de seis horas, y por fin aterrizaron a las 13:10 horas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Los trámites de migración se prolongaron y eso hizo que los jugadores pudieran abrazar a sus padres hasta casi las dos de la tarde.
El torneo al que asistieron los 22 menores, junto con sus entrenadores y fisioterapeutas, que integran la selección Sub-15 del Atlante, es decir, el equipo de fuerzas básicas, se realizó el 8, 9 y 10 de diciembre, por lo que su retorno estaba planeado para el 12 a México; sin embargo, el conflicto político que vive Perú llevó a que los muchachos quedaran varados una semana; y eso será una experiencia de vida, señaló Silvano, abuelo de Emilio.
Diego Mercado, considerado el mejor jugador del torneo —se trajo dos medallas y el trofeo de subcampeones de la Sub-15—, dijo que aunque metió goles, el trabajo fue de equip. El joven además estudia la Preparatoria.
Adiel Justo, de 15 años, uno de los goleadores de este equipo, también abrazó a sus padres Maricel y Raúl, quienes como otros acudieron al AICM a recibir, felices, a sus hijos, luego de una semana de enorme ansiedad.
Con lágrimas, Sebastián, de 15 años, abrazó a su madre y a su hermana, y reconoció que se sintió triste por no verlas como estaba previsto desde el 12 de diciembre, pero “al mismo tiempo estoy feliz porque quedamos subcampeones de este torneo”.
“Nos sentimos felices de ya estar en México, nos hubiera gustado que la experiencia en Perú hubiera sido diferente”, afirmó José Enrique.
Cabe recordar que los 22 jugadores que integran las fuerzas básicas del Atlante de Toluca pidieron ayuda desde Perú a las autoridades federales, estatales y municipales de México para poder salir del país sudamericano.
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Diego dijo que “aunque los acontecimientos que vivieron no es lo que esperaban, estoy muy feliz” porque el desenlace fue satisfactorio. “Hubo momentos en que sentí miedo, cuando supimos que no podíamos salir de Perú, sin saber que hacer”, compartió Said Mauricio a este diario.
Santiago, sonriendo, contó que nunca perdió la confianza de que regresaría a México, de estar con su familia. “Ya me siento más tranquilo luego de ver a mi mamá y abrazarla”, respondió Juan Pablo a pregunta de EL UNIVERSAL. Luis expresó que ya no estaba preocupado: “Ya estoy tranquilo [luego de vivir momentos de angustia] por no saber de mi familia e incluso llegué a llorar”.
“Estoy feliz de estar en México”, ya quiero abrazar a mis papás y a mi hermana, dijo Luis Manuel, lateral izquierdo del equipo de fuerzas básicas del Atlante.