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Todos esperan el momento en que el Donald Trump de dos metros de alto, hecho de cartón y carrizo, explote frente a ellos por los fuegos artificiales amarrados a su cuerpo.
Ese es uno de los personajes que los vecinos de la colonia Merced le pidieron a la familia Linares para la tradicional quema de judas en la calle Oriente 30.
Ricardo Linares prepara todo; trae un sombrero, su mandil oscuro, y con sus manos acomoda la pirotecnia. Él es escultor, y se presenta como nieto de Pedro e hijo de Miguel Linares.
Desde que era pequeño, dice, aprendió a hacer figuras con su familia, que acumula, calcula, 80 años con esta tradición del Sábado de Gloria.
Alrededor de este hombre hay decenas de vecinos, extranjeros y turistas que llegaron desde las 18:00 horas a su barrio para admirar las piezas que se quemarán cuando anochezca.
Al caminar, hay figuras incompletas por el arroyo vehicular: un Spiderman, el Capitán América, el vaquero Woody de Toy Story; un jorobado de cara rosa mexicano y traje verde; mujeres diablo y muchos judas.
De las manos de Ricardo Linares hubo otras dos creaciones, aparte del presidente Donald Trump con cabellos amarillos acrílicos, también hay un ganso, por el “Me canso ganso” de Andrés Manuel López Obrador y una “Transformación de Cuarta”.
“La misma gente del barrio y la que sabe que hay aquí un evento de esta magnitud viene y nos da ideas, nos visita, como sabe más o menos los tiempos que empezamos a trabajar las piezas viene y nos dice: ‘Deberían hacer a este personaje’...
“Entonces, pues hicimos los personajes que más nos pidió la gente, que son Donald Trump construyendo su muro y “Me canso ganso”, que también lo piden hasta los niños.
Y tenemos la Transformación de Cuarta, que está adentro... porque dicen que según, se está transformando el asunto, pero más bien parece transformación de cuarta por las promesas que no ha cumplido. Sobre todo [la figura] nos la han pedido los jóvenes”, explica el escultor.
Cada una de estas piezas le costó al integrante de la familia Linares 10 mil pesos, aproximadamente, y “muchas horas de trabajo”, añade.
En la zona ya se aglomeran los curiosos alrededor de las figuras. Les toman fotos del antes, cuando estaban enteros y del después, cuando se destruyan y adornen el cielo de la alcaldía Venustiano Carranza.
