El Servicio de Transportes Eléctricos de la Ciudad de México (STE) contempla adquirir ocho nuevos trenes para la circulación del Tren Ligero, por lo que se incluirá en el proyecto del presupuesto para 2022, pero también buscan rehabilitar los 16 convoyes que están en talleres.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el titular del STE, Martín López Delgado, destacó que actualmente se tienen 11 trenes funcionando en esta línea y se buscan incrementar, con la compra de unidades, con lo que estarían en posibilidades de mejorar el servicio y reducir tiempos de traslado.
Indicó que se va a solicitar el apoyo de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y del secretario de Movilidad, Andrés Lajous, para que el STE cuente con recursos y se pueda rehabilitar otra cantidad de trenes y que el sistema cuente con al menos 22 en los próximos dos años.
Informó que el objetivo es generar una mayor oferta para que los usuarios prefieran utilizar este medio de transporte en lugar de otros servicios que tardan más.
De acuerdo con el STE, el costo de rehabilitación de los trenes es de aproximadamente 50 millones de pesos, y los nuevos trenes oscilan entre los 70 millones de pesos y 110 millones de pesos.
El titular del Servicio de Transportes Eléctricos expuso que otro proyecto que se tiene es el cambio de cromática y algunas mejoras básicas, la idea es dar una mayor identidad al organismo, por lo que serán pintados de azul como los trolebuses.
El pasado 9 de octubre, la jefa de Gobierno adelantó que trabajan en el presupuesto de 2022, en el que se apostará a la movilidad y, principalmente, a la electromovilidad.
Mencionó que para el Tren Ligero adquirirán nuevas unidades, pues se analizó entre rehabilitar los trenes antiguos o la compra, y se tomó la decisión de reemplazarlos.
Una opción
El Tren Ligero se mantiene como una opción de traslado para cientos de capitalinos, y aunque presenta algunas aglomeraciones en las primeras horas del día, es más rápido.
En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL se pudo constatar que en la mañana la llegada de los trenes era constante, cada cinco minutos arribaban a la estación Tasqueña.
“Antes era más tardado, los trenes pasaban cada 10 a 15 minutos, pero ahora que llegan rápido hay menos aglomeraciones”, dijo la señora Carmen, quien se traslada cada mañana de Tasqueña a Xochimilco.
En el viaje de Tasqueña a la estación Estadio Azteca, el tren pasó de estar lleno a casi vaciarse, muchos bajaron en Textitlán y la estación El Vergel, las cuales se encuentran a unos pasos de calzada de Tlalpan y Periférico.
En tanto, del Estadio Azteca a la terminal de Tasqueña, los vagones iban con poca gente, e incluso, había algunos asientos vacíos, pero aun así no dejaban de pasar los trenes con una frecuencia de por lo menos cinco a siete minutos.
“Creo que es un transporte eficiente, antes tardaba más, y aunque estuvo detenido en varios tramos por un año, creo que valió la pena completamente. No me quejo”, dijo Daniel, de 20 años.
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